jueves, 15 de abril de 2010

NUEVA GUINEA - BLUEFIELDS: UNA VIA CERCA DE LO POSIBLE

Salimos de Nueva Guinea a las cinco y treinta minutos de la mañana del día sábado 10 de abril de 2010. El grupo estaba conformado por nueve motociclistas y tres vehículos, un jeep Suzuki, un jeep Willis y una camioneta Toyota Hilux. Llovía desde las cuatro de la mañana y desde que desperté me dije: -ese camino va a estar que es un infierno, quien sabe si llegamos a Bluefields -.

El odómetro de la camioneta fue puesto en cero en el empalme de El Verdún distante a unos dos kilómetros del monumento de Nueva Guinea. Pasamos por las colonias La Esperanza, Nuevo León y Naciones Unidas. Al llegar a Naciones Unidas, antes llamada José Benito Escobar, no estábamos aun seguros si debíamos continuar por la trocha que va hacia Nuevos Horizontes o hacia Santa Fe, esta ultima una comunidad que recientemente se le mejoró la carretera. En el empalme de Las Milpas volvimos a esperar al resto del grupo y aprovechamos para desayunar como a las seis y cincuenta minutos. En Santa Fe nos reagrupamos, tomamos café y unos aprovecharon para hacer sus necesidades fisiológicas, y de allí salimos como a las ocho de la mañana siempre bajo una llovizna insistente. De allí en adelante el camino ya no es de macadán y se presenta una bifurcación donde giramos hacia la izquierda como a las ocho y treinta minutos. Adelante iban las motocicletas seguidas por el jeep Suzuki, luego el jeep Willis y atrás la camioneta Toyota.


A las ocho y cincuenta minutos comenzó la odisea del viaje. Continuaba lloviendo. En la primera subida, luego de dejar el empalme de las Milpas, los motociclistas que siempre iban adelante, tuvieron que bajarse de las motos y empujarlas para poder subir la cuesta. El jeep Suzuki, con las llantas traseras encadenadas, subió la cuesta. Luego el jeep Willis con doble tracción en el primer tercio de la cuesta patinó y se detuvo, no podía subirla pero la técnica se impuso. Desenrollaron el winche que llevaba en el bomper delantero, lo sujetaron a un árbol y comenzó a subir. La camioneta Toyota fue sujetada con una cadena al jeep Willis y poco a poco ambos subieron la primera cuesta bajo la lluvia a las nueve y cuarenta minutos, casi una hora después.

La única elevación impresionante que existe en la ruta es Cerro Silva el que tienen una altura de 635.4 metros sobre el nivel del mar (msnm). A las diez de la mañana pudimos apreciarlo a la izquierda del camino en toda su magnitud aun cuando la parte mas elevada estaba nublada. La parte media y sus faldas se observan despaladas. La actividad ganadera predomina en este sector y la vegetación es casi nula compuesta de acacia amarilla, laurel, palo de agua y algunos ejemplares de almendro.

El río El Limón estaba frente a nosotros una hora y cuarenta minutos después de haber visto el cerro Silva. Las condiciones del camino siguieron siendo las mismas, subidas y bajadas, empuje de motos y vehículos, desenrollar el winche del Willis, sujetarlo a un árbol y jalarlo junto con la camioneta. En la mayoría de las bajadas se han construido filtros de madera para permitir el paso de los vehículos y en esos sitios se torna difícil el transito. A la una de la tarde pudimos apreciar a nuestra derecha los llanos que llevan hacia el caribe y diez minutos después hicimos una parada de refrescamiento en Villanueva donde los motorizados y los jeep hicieron un chequeo de sus medios. A partir de ese punto se fue haciendo notorio un despale reciente del bosque y cultivos de pastos. A las dos y veinte minutos de la tarde el cerro La Toboba, con una altura de 265 msnm, estaba a nuestra derecha, herido en sus faldas por el despale y, al fondo del mismo y a nuestra izquierda, nuevamente pudimos apreciar la inmensa llanura que nos lleva al caribe.

Quince minutos después arribamos a San Francisco conocido popularmente como “San Pancho”. Es el poblado más grande entre Nueva Guinea y Bluefields. Tiene estadio de béisbol, escuela, puesto de salud y la actividad principal es la ganadería y el comercio. Sin la trocha, en periodo de lluvias, la población de esta comunidad se comunica con Bluefields a través del río Kukra River entrando por la bocana de Kukra River frente a la isla de Rama Cay en la bahía de Bluefields.

A las tres de la tarde nos encontramos con la maquinaria pesada trabajando en la trocha. Las condiciones del suelo son totalmente diferentes en esta parte del camino ya que se vuelve arenosa. De San Francisco hasta Bluefields el camino se torna plano y no existen puntos elevados en el trayecto. A las tres y cuarenta minutos de la tarde se aprecian las torres eléctricas que llevan los cables de alta tensión hasta Bluefields y la trocha sigue paralela a estas. A las cuatro y diez minutos pasamos Suampo de Lara en el que se ha construido un puente rustico de madera y se nota por las condiciones el paso intensivo de ganado y caballos. A las cuatro y treinta minutos divisamos en el horizonte el Cerro Aberdeen y las torres de comunicación por lo que comenzaron a sonar los teléfonos móviles y muchos iniciaron a hacer y recibir llamadas dando la noticia “hemos llegado”. A las cuatro y cuarenta y cinco minutos estábamos entrando a Bluefields por el barrio San Pedro. El odómetro marcaba ciento cinco kilómetros.

Nuestra llegada a Bluefields por la trocha se convirtió en noticia. La gente quedaba viendo las motos y vehículos llenos de lodo. Muchos se acercaron a preguntarnos sobre el trayecto incluso algunos periodistas de la ciudad. La mayoría de la población de Bluefields desea que esta trocha se convierta en una vía permanente de comunicación con Nueva Guinea y el resto del país. Algunos grupos ejercen presión para que la misma no se realice en especial un grupo de creoles que demandan la legalización de sus tierras y los transportistas acuáticos. El gobierno central ha garantizado fondos a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Publico pero la coyuntura política post-elecciones de cara a la formación de gobierno no ha permitido el desembolso efectivo de los mismos. Un día, cada vez mas cerca, la vía será una realidad y podremos disfrutar de sus benéficos los habitantes de Bluefields, los de la vía, los de Nueva Guinea y todos los ciudadanos de Nicaragua.

Ronald Hill Alvarez
La Colina
Nueva Guinea, RAAS
hillron@hotmail.com