miércoles, 26 de diciembre de 2012

MALABARES DE OBEAH


Sus vidas transcurrían alejadas
como en sueños opuestos.

Ella blanca como luna.
Cristiana, solidaria y socialista.
El quemado por sol marino.
Soplaba cuajadas y no bebía leche.
Obeah se interpuso en su camino,
los sentó en una mesa a hacer una lista.

Mis hijos, los pobres y luego yo, anotó ella.
El pan nuestro de cada día, agregó él.
Levantaron la mirada por las risas,
el cielo brilló con una sola estrella.

Rondón y Johnny cake, dijo ella.
Nacatamal y chicha, pidió el.
Sus pies acariciándose con disimulo,
¡Obeah poderoso!, interfiriendo el futuro.

Manos suaves, dibujó ella.
Labios finos, ojos de ocelote, para él.
Miradas acentuadas,
explorando mundos diferentes.

Un beso, una caricia, solicitó él.
Un respiro, una cama para ella.
La luz del día los despertó
alumbrando un mismo cuerpo.
¡Obeah milagroso!, creando malabares con las vidas.


Managua, 21 de diciembre de 2012
Foto: Sergio Orozco.

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