jueves, 27 de febrero de 2014

TARDE DE PERROS

Una perra pinta, de patas flacas, orejuda y picuda caminó cerca del caldero en que hervía la sopa de gallina con albóndigas. Al lado de la baranda que separa la cocina y el salón principal de la casa de madera de dos pisos, tres hombres conversaban sobre la carretera que se construye entre Bluefields y Nueva Guinea, después que la recorrieron hasta llegar al puente sobre el suampo de Lara. En el salón principal, mujeres, chavalas y chavalos, disfrutaban la suculenta sopa repleta de verduras. El ambiente era inundado por diferentes sonidos, pero el de la sopa chupada sobresalía entre todos. La mujer que la servía, una morena de ojos grandes, corrió a la perra orejuda y Silvio interrumpió la plática que tenían. 

“Recuerdo un perro Rottweiler que me regalaron. Un día visité la casa de un amigo y el perro me enseñó los dientes, rugiendo en posición amenazante”. “Déjalo que te huela”, me dijo. Le tenía miedo, pero cuando lo hice se aquietó. “Para que mires cómo te aprecio, te lo voy a regalar para que te cuide”, me dijo. Montó el perro en su camioneta y lo llevó a mi casa. Yo estaba alegre porque me habían robado varias veces y cuando nos despedimos lo dejé suelto en el corredor. “Ahora sí, se acabó la jodedera de los ladrones”, pensé y me dormí feliz. Al despertar llené una pana con agua y cuando salí al corredor no encontré al perro por ningún lado, se lo llevaron los ladrones”, dijo Silvio.

“Eso no es nada”, dijo el Macho Silvio, el papá de Silvio. En las fincas se acostumbra a tener varios perros para que cuiden y yo tengo una manada como de ocho. Un día mi vecino se apareció con un perro de esos mismos, un Rottweiler, bicha one, fuerte, pesado, que me los vivía penquiando, los agarraba uno por uno y aparecían llorando, todos mordidos, con la trompa, las orejas, el pescuezo, las manos y patas ensangrentadas. Ya no lo aguantábamos, ni los perros ni yo, porque me mató tres chanchos, les arrancaba las orejas y el hocico. Así que le dije al vecino que ese perro era muy peligroso y que lo amarrara, pero no hizo caso. Mis perros ya no salían de la plazuela, pero un día corrieron todos detrás del “Tyson”, el perro más grande que tenía y le echaron “la vaca”, rodearon al Rottweiler, se agarraron, lo arrinconaron en el barranco de Punta Masaya y lo empujaron al precipicio. Al caer en las piedras se le quebró una pata y quedó todo golpeado. Pero a los perros no les bastó, se bajaron y entre todos lo metieron a la bahía. El dueño lo encontró soplado, los perros lo ahogaron, concluyó el Macho Silvio.

“No poder creer ese cosa, parecer un película”, dijo Garry, un afroamericano que acompañaba el grupo y todos nos carcajeamos.

“Lo que les voy a contar no lo van a creer”, les dije metiendo mi cuchara en la plática luego de tomarme la sopa. “Un día, hace muchos años, mis chavalos, en ese entonces pequeños, me pidieron reales para comprar un perro de raza. Insistieron tanto que me convencieron y, al llegar a la casa, una semana después, encontré el perro. Era horrible, coludo, casi sin cuerpo, con una gran trompa, las orejas pegaban en el suelo y las pezuñas eran grandes. No me gustó, pero con el tiempo fue cambiando. Era un perro sabueso de talla mediana y los chavalos lo llamaron Túpac. Era negro, cola larga, el hocico protuberante, el pecho, las orejotas y las patas color café. Su aullido era ronco y fuerte como el de un tractor. Una noche no dejaba de ladrar, a pesar de la música se escuchaba ese sonido ronco y fuerte pero más intenso, desesperado, por lo que salimos preocupados a buscarlo. El perro estaba haciendo un hoyo, rascaba y rascaba con las manotas, acumulaba la tierra en su pecho y luego la sacaba con el hocico como si fuera una pala. Escarbó y escarbó hasta más de un metro en un ratito, vimos al enorme cusuco que lo enloquecía hasta que lo saco”, concluí.

“No jodas, vos si sos guayolero”, dijo el Macho Silvio. “En vez de tractores y palas mecánicas, mejor que traigan de esos perros, tal vez así terminan de una sola vez esa fucking carretera”, agregó y todos rieron de su ocurrencia.

Cerca de Suampo de Lara
Bluefields.

martes, 25 de febrero de 2014

EL PARQUE ECOLÓGICO DE LOS ÁNGELES

El Parque Ecológico Municipal Los Ángeles se encuentra ubicado en la colonia del mismo nombre, distante a siete kilómetros al suroeste de la ciudad de Nueva Guinea. Es un área verde cuya extensión de 36.78 manzanas ha sido cedida por la comunidad para convertirlo en uno de los principales atractivos turísticos del municipio en el marco del turismo rural comunitario.

Entre la Municipalidad, el hermanamiento con Sint Truiden y la comunidad  han logrado proteger el área con cercas de alambre de púas, mejorado la calle que da acceso permanente al parque, construido un mirador, una casa – auditorio y tres senderos para recorrerlo.

Vale la pena visitar este parque ecológico por el paisaje que se observa desde el tercer piso del mirador, la caminata por los tres senderos (alto, medio y bajo) que han construido de manera transversal a la pendiente del terreno donde se respira aire puro bajo el espeso bosque que protege el inicio del curso del río El Zapote, fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Nueva Guinea.

Te recomiendo que lo visites con tu familia o amistades, allí podes pasar un domingo ameno, preparar un asado o barbacoa, caminar para despejarte, desentumirte y conocer la flora del trópico húmedo. Que no se te olviden dos cosas: recoger la basura y depositarla en su lugar así como dejar un aporte monetario para el mantenimiento del parque.

Te comparto estas fotos para que lo vayas conociendo. ¡Visitarlo es conocer tu tierra!

Santos Velásquez - Guía

Gradas en sendero

Vegetación

Sendero
Río El Zapote














Líquenes

Caña Agria
Caña Agria















El Bosque

24/02/2014




miércoles, 19 de febrero de 2014

HONRAS FÚNEBRES DE MARTÍN BERMÚDEZ MENDOZA

Martín Bermúdez Mendoza nació el 4 de Diciembre de 1955 en el puerto de El Bluff.  Fue el séptimo hijo del matrimonio entre Santiago Bermúdez y Rosa Mendoza. Sus hermanos fueron Felipe, Ramón, Matilde, Fausto (QEPD), Socorro, Guillermo (QEPD), José y Manuel.

Creció como un niño sencillo, serio y dócil. Tenía un modo muy propio de hablar pronunciando con dificultad ciertas palabras. “Cuando tenía entre tres y cuatro meses de embarazo me operaron de apendicitis, me anestesiaron con éter y creo que lo afectó, por ello tenía ese modo de hablar”, recuerda doña Rosa.

Estudió en la escuela de doña Carmelita Bustamante y luego en el colegio San José de Bluefields donde cursó hasta sexto grado porque no quiso seguir asistiendo a clases. A la edad de 19 años se trasladó a trabajar a Corn Island con Efraín Reyes en los yates de Somoza donde aprendió a navegarlos. Posteriormente traslado el yate “Carlina” a través del canal de Panamá hacia Puerto Somoza, hoy puerto Sandino, donde laboró por muchos años como su capitán.

La revolución de 1979 lo sorprendió al mando del yate y se trasladó hacía El Salvador. Trató de obtener el pago de sus salarios pendientes pero le fue imposible. Allí conoció a Richard Macklin y a su esposa doña Laura. Con ellos trabajó ayudándoles en sus quehaceres y posteriormente emigró indocumentado a los Estados Unidos donde se reencontró con ellos, creciendo la amistad y el mutuo aprecio. Se convirtió en la mano derecha de los Macklin y lo adoptaron como hijo, obteniendo la nacionalidad estadounidense. Por muchos años estuvo con ellos en Key West atendiendo los negocios de la familia y posteriormente viajó a Luisiana donde laboró en una draga.

Se casó con una gringa llamada María y tuvieron tres hijos: Rosa, Elizabeth y Patrick. Posteriormente se divorciaron y regresó a Nicaragua, a la ciudad de El Rama, en el año 2003 donde redescubrió el amor, se casó con Mirna Aracelys Gómez Neira y le dio una bella hija llamada Laura Nora Macklin.

Por muchos años estuvo viajando a los Estados Unidos por asuntos laborales pero en el año 2008 tuvo un accidente que lo mantuvo hospitalizado y el miércoles, 22 de Enero del corriente año, a las 7:50 de la mañana falleció en un hospital de Miami.

Por él, nosotros, madre, hermanos y hermanas, hija, sobrinos y amigos nos congregamos para orar por el descanso eterno de su alma.


NO TE DETENGAS ANTE MI TUMBA Y LLORES. 

No te detengas ante mi tumba y llores,
no estoy allí. No duermo.
Soy mil vientos soplando
Soy el centelleo diamantino en la nieve
Soy la luz solar sobre el grano maduro
Soy la tenue lluvia de otoño.
Cuando despiertas en la quietud matinal
soy la prisa rauda, ligera
de quietos pájaros volando en círculos en el cielo.
Soy la tenue luz de las estrellas en la noche.
No te detengas ante mi tumba y llores
No estoy allí. No duermo.
No te detengas ante mi tumba y llores,
no estoy allí. ¡Estoy en todas partes!
vivo...

                                Mary Elizabeth Frye, 1932

Aqui les dejo este vídeo donde Francisco Cruz lee el texto anterior en la iglesia de ciudad Rama, El Rama el día de hoy.



19/02/2014

lunes, 10 de febrero de 2014

DON NACHO DUARTE

Ese día caminé hacia el parque mirador de Palo Solo en la ciudad de Juigalpa, Chontales y me encontré a don Nacho Duarte en la acera de su casa afinando la guitarra. Al pedirle que interpretara una canción no la pensó dos veces y nos deleita con SOLAMENTE UNA VEZ.

Aquí les dejo el vídeo, disfrútenlo.



10/02/2014


lunes, 3 de febrero de 2014

EL MERCADITO CAMPESINO "NUEVO AMANECER" DE NUEVA GUINEA

El mercadito campesino “Nuevo Amanecer” de Nueva Guinea, llamado así, con el diminutivo de mercado porque los participantes, el volumen de productos y el valor de estos es mínimo si se compara  con el movimiento comercial que existe en los mercados campesinos tradicionales que funcionan bajo la lógica de “puertos de montaña”, tales como los de las comunidades de La Unión, Puerto Príncipe y San Francisco.

Conociendo la experiencia exitosa del mercado campesino de El Rama y la propuesta de mejorar las relaciones entre los productores y los consumidores de la ciudad de Nueva Guinea por parte de la organización  “Sano y Salvo”, un grupo inicial de productores (Finca La Esperancita, Ramiro López Molina, Gladys Figueroa, Gilberto Ortiz y varios miembros de Sano y Salvo) presentaron su propuesta al hermanamiento entre la ciudad de Sint Triuden (Bélgica) y Nueva Guinea. Con el apoyo que les brindaron (toldos, mesas, canastos y publicidad) comenzaron a operar en el año 2004.

Con el tiempo el grupo fue creciendo por el éxito alcanzando. Según Gerd Schnepel, miembro de Sano y Salvo, “en el año 2013 eran tantos los miembros que se dividieron. El mercadito Nuevo Amanecer estableció como regla que no era permitido la reventa de productos ajenos, productos no producidos en la parcela, de afuera de Nueva Guinea y que los precios de los productos  tienen que estar por debajo de los precios del mercado regular. A muchos productores esto no les gustó por su espíritu de comerciantes y se separaron para hacer otro mercadito”.

Todos los días viernes, desde tempranas horas de la mañana arman sus toldos en la calle, frente al edificio de la alcaldía y el edificio donde funcionan los juzgados. La mitad de la calle se torna alegre, atractiva y un gentío se aglomera para comprar productos frescos de diversos tipos, propios del trópico húmedo a precios menores que el del mercado municipal, degustan refrescos naturales (chicha, pozol con leche, cacao) y platillos elaborados con productos de temporada. Un aspecto relevante del mercadito campesino de Nueva Guinea es la oferta de productos orgánicos y muchos de ellos con valor agregado. Cada miembro aporta el 3% de su venta para crear un fondo común, el fondo del merarcadito campesino.

Amas de casa, trabajadores ambulantes, funcionarios de la alcaldía y el juzgado, campesinos de las colonias y comarcas que hacen sus gestiones en la municipalidad, jueces y abogados, son clientes asiduos. Si visitas Nueva Guinea en un día viernes, te recomiendo que des una vuelta por el mercadito campesino “Nuevo Amanecer”, te va a encantar. Aquí comparto estas fotos para que mires el ambiente.

 












Camila, Anika y Benedikt, cooperantes de Sano y Salvo.

Domingo, 02 de Febrero de 2014.
Un día soleado.