Sencillo decirlo, pero esas palabras
contienen un gran significado para nosotros, seres de carne y hueso. Por la
felicidad luchamos siempre, todos y todas queremos ser felices y que nuestra
existencia sea prospera. La búsqueda es incesante.
Somos felices de distintas maneras.
Es un estado que muchas veces no logramos describirlo porque se manifiesta de
formas diversas. Encontrar el amor que hemos buscado, la pareja ideal nos hace
felices, más cuando nuestros sentimientos son correspondidos y nos vemos en esa
persona tal como somos, la amamos, nos ama; la deseamos, nos desea. El amor es
parte importante de la felicidad, si no tenemos amor no podemos decir que somos
felices. Muchos han perdido el amor del ser amado, lo buscan sin cesar y pocas
veces lo vuelven a encontrar tal como lo vivieron con anterioridad.
Para otros la felicidad se obtiene
con satisfactores materiales tales como tener el auto soñado, la computadora de
última generación, la vestimenta de moda, el teléfono inteligente, en fin, el
consumo masivo de productos que el mercado se encarga que nuestros sentidos los
deseen a tal grado que nos volvemos consumistas. Ese tipo de felicidad no es
duradera porque el mismo mercado se encarga de terminar con ella al ofrecernos
en segundos algo diferente, algo nuevo, algo mejor, y caemos en sus trampas.
La prosperidad está íntimamente
relacionada con la felicidad. Ver crecer sanos y fuertes a nuestros hijos e
hijas, formar un hogar en nuestra casa propia, tener un trabajo digno bien
remunerado, subir en la escala de valores dentro de la empresa u organización a
la que pertenecemos, ver crecer nuestra empresa y negocios, cumplir nuestras
metas y objetivos sean cual sean, son aspectos que valoramos como signos de
prosperidad.
Todo lo anterior es válido, son parte
de las aspiraciones del ser humano.
Mis deseos, los deseos de Sueños del
Caribe, para ustedes son que tengan una feliz navidad y un próspero año nuevo.
Feliz para que seamos felices, para
que tengamos amor que llene totalmente nuestros sentidos y crezca en un nivel
superior, pasando del individual al colectivo. Prosperidad para sentirnos
orgullosos de nosotros mismos, del esfuerzo materializado en nuestras metas,
pero que ello se convierta también en compartir con otros, con aquellos que no
lo han logrado por las circunstancias adversas que cada vez son mayores en este
mundo consumista, depredador y excluyente.
¡FELIZ NAVIDAD
Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Ronald Hill A.
La Colina
Nueva Guinea, RAAS
Viernes, 31 de diciembre de 2010