jueves, 27 de diciembre de 2012

SOMOS INOCENTES


De una u otra forma todos somos inocentes. La inocencia, término que hace referencia a la carencia de culpabilidad del individuo ante un crimen, pecado o travesura, nos acompaña de por vida.

En contraste con la ignorancia, la inocencia se considera positiva, denotando una visión positiva del mundo debido a que la falta de conocimiento de las cosas proviene de carencia de maldad. La gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento. De este significado viene el término inocente para referirse a un niño de corta edad carente de razón o una persona de cualquier edad, que esté seriamente discapacitada mentalmente. Se considera inocente al que no sabe y, como no lo sabemos todo, resultamos siendo inocentes.

Pero en el estado actual de la realidad, del avance tecnológico, del flujo constante de información, de los atropellos a que somos sometidos por los poderosos, la inocencia va desapareciendo. Claro está que aquellos que se llaman Inocente o Inocencia nunca desaparecerán.  Tengo varios amigos y amigas que por el nombre son inocentes: “los Chentes y las Chentas”, pero en la realidad son bandidos, traviesos, no les queda el nombre como anillo de matrimonio al dedo.

Los inocentes tienen su día. Para la iglesia católica es el 28 de diciembre y se conmemora la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén, ordenada por Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret, el niño Dios, pues.

En esa fecha debemos estar alerta porque se realizan bromas de toda índole. Los medios de comunicación tergiversan las noticias dando rienda suelta a su sentido del humor. No te asustes ni te alegres si sale en primera plana “Se murió Chávez”, “Regresan alcaldía a liberales en Nueva Guinea y reparten tierras de alegría”, etcétera, etcétera. Otros, muchos que están pendientes de ese día, no prestan ningún bien, sean objeto o dinero, debido a que el prestatario es libre de apropiarse de los bienes. Estate alerta, no vayas a caer como inocente palomita.

¡Feliz día de los Santos Inocentes!