Entrevista realizada por Yuridia Jarquín en ocasión del
50 Aniversario de
Fundación de Nueva Guinea
Yuridia
Jarquin (Y)
Ronald
Hill Álvarez (R)
Y:
Cuéntenos en que año y bajo qué condiciones vino a Nueva Guinea
R:
Conocí por primera vez Nueva Guinea en el año 1986; trabajaba en el Gobierno
Regional de la Quinta Región, producto de ese trabajo, hacía visitas de
seguimiento y monitoreo a los municipios que en ese entonces eran parte de la
Quinta Región. Después que terminó el conflicto militar, cuando terminó la
guerra, en 1990, trabajé con el ACNUR (el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) y me
desplacé a la zona de Nueva Guinea para atender a miles de familias que estaban
en campos de refugiados en Costa Rica y en Honduras, que después del conflicto
armado vinieron nuevamente a reasentarse en su lugar de origen, en este caso a
Nueva Guinea. Atendía a esas familias en esas comunidades. Así logré conocer
prácticamente toditas las colonias del municipio. Me enamoré de esta zona y me
quedé trabajando aquí. Trabajé con la Alcaldía del municipio en 1992-1993,
cuando era alcalde Orlando Baquedano, cuando recién se estaba estrenando la Ley
de Municipio; ahí ya conocí un poco más la situación, la problemática del
municipio y luego comencé a trabajar en un organismo internacional que se llama
Ayuda Acción, con un proyecto de desarrollo rural que se implementó aquí del
año 1993 hasta el año 2007, cuando finalizó el proyecto en la zona.
Y:
¿Cómo ayuda este proyecto al desarrollo
de Nueva Guinea en ese lapso, de 1993 a 2007?
R:
Viéndolo en retrospectiva, yo podría decir que ese proyecto, que duró 14 años,
en los primeros años –trabajábamos en ese entonces con la UNAG como
contraparte- su lógica era tratar de apoyar la reactivación económica de la
zona después del conflicto, es decir en la etapa de posguerra, intentando
reactivar la economía campesina y contribuir a la pacificación porque todavía
después de 1993 había aquí en la zona grupos armados llamados recompas,
recontras y revueltos; andaban en la zona operando. Esos primeros años del
proyecto, de 1993 a 1996, se trataba de contribuir a reactivar la economía y
lograr la pacificación, la reconciliación de la gente en la zona del municipio.
Después hay otra fase a la que nosotros llamamos de ampliación de la
intervención, producto de la demanda de las familias en diferentes comarcas y
colonias. Primero trabajábamos en pocas comunidades, pero con la intervención
durante cuatro o cinco años, las comunidades cercanas a las localidades donde
ya trabajábamos, demandaban que llegáramos a trabajar con ellos. Así fue que
ampliamos el proyecto, ampliamos la intervención y comenzamos a trabajar en
diferentes campos, ya no sólo en la reactivación económica con los campesinos,
sino también en salud, educación, con la niñez, en actividades deportivas y
recreativas con los niños y las niñas.
Del 2000 al 2007 cambió totalmente la
lógica del proyecto, de acuerdo con las nuevas condiciones que se presentaban
en la zona, porque ya no era la misma Nueva Guinea de esos primeros años, era
ya una zona con un mayor crecimiento económico productivo, debido
principalmente a la comercialización de productos campesinos, lo que se logró
con la inauguración de la carretera pavimentada de La Curva a Nueva Guinea. Eso
le dio un “boom” a la zona; yo recuerdo que en ese entonces comenzaron a entrar
al territorio prácticamente todas las organizaciones que actualmente están, que
no son ONG, sino principalmente micro financieras, centros de servicios
agropecuarios, para atender a la población que demandaba los diferentes
servicios. En esta etapa comenzamos a trabajar con organizaciones que fueron
surgiendo, producto del trabajo que nosotros hacíamos en la zona, con las
comunidades y los líderes comunitarios; comenzamos a trabajar con cooperativas,
asociaciones, como la Asociación de Promotores y Parteras (APROSAPANG), y con
convenios de colaboración con otros actores locales, el Ministerio de Salud, el
Ministerio de Educación, etcétera. Trabajamos con un montón de organizaciones
locales, buscando cómo fortalecerlas, porque nosotros ya visualizábamos la
salida definitiva de nuestra acción en el territorio de Nueva Guinea, después
de esa etapa de acción durante 14 años.
Y:
Después de esos 14 años, ¿cree usted que
Ayuda en Acción marcó una pauta para que Nueva Guinea se desarrollara?
R:
Definitivamente creo que sí, hizo su parte como muchas otras organizaciones que
trabajaban en la zona; ninguna organización se puede atribuir que ella es la
única que ha contribuido al desarrollo local, todas cumplen con su rol, todas
juegan su papel. En ese entonces, yo recuerdo, había una gran colaboración, una
gran coordinación, una gran concatenación de diferentes organismos e
instituciones que trabajaban juntas, independientemente de su visión del
desarrollo local, buscando cómo complementar sus acciones para que hubiera un
mayor impacto en beneficio de las comunidades y las familias de Nueva Guinea,
al menos en las zona donde nosotros trabajábamos.
Y:
¿Con qué otras organizaciones se
asociaron?
R:
Se formó una asociación de productores de raíces y tubérculos; se construyó una
planta procesadora en San Juan; a unos productores, una empresa de servicios
múltiples que luego se transformó en una cooperativa, a la asociación para el
desarrollo local de Nueva Guinea que se llamaba ADENG. Se apoyó a prácticamente
todas las organizaciones, a COPROLECHE, APROSAPANG, a los PIPITOS, al MINSA, al
MECD. Se apoyaba a la propia alcaldía para contribuir a mejorar las condiciones
de tratamiento y recolección de la basura, con equipos y medios para poder
hacer un trabajo más eficiente en el casco urbano. Se trabajó con las
asociaciones de los barrios, con los comités de los barrios y con los comités
de desarrollo comunitario en todas las comunidades donde trabajamos. Se
benefició a un montón de gente; trabajábamos con 40 comunidades.
Y:
Sabemos que en Nueva Guinea hubo muchos
momentos, recuerda, usted como historiador (ya entrando en la parte de que
sabemos que usted es un personaje en su municipio como historiador) ¿cuáles son
los momentos que considera más fuertes que tuvo Nueva Guinea en el aspecto de
desarrollo, en estos 50 años?
R:
Aquí hay, yo diría, que tres o cuatro momento bien marcados. El primer momento
cuando vinieron los primeros colonizadores, la colonización espontánea; cuando vinieron, cuando se asentaron aquí a la orilla de La Guinea
Vieja, que no había condiciones y se trasladaron a la parte de El Salto, de El
Zapote, donde ahora es el vivero, y ahí comenzaron a crear sus condiciones de
vida y a demandar servicios por parte del gobierno de ese entonces, para que
los atendieran. Eso hasta que el IAN materializó e impulsó el proyecto de
colonización que conocemos como el PRICA, el proyecto Rigoberto Cabezas. Esa es
una etapa, la espontánea.
Después viene la colonización ya planificada que se
dio con ese proyecto del PRICA con asesoría israelí y con financiamiento del BID,
treinta millones de dólares de ese entonces. Se comienzan a formar las primeras
colonias, siendo la primera de ellas Nueva Guinea, después las que quedan
aledañas: Yolaina, El Verdún, Río Plata, Los Ángeles, Jerusalén, La Esperanza. Luego, la
segunda etapa que nunca concluyó. La segunda etapa no concluye. La primera
etapa se desarrolla y promueve el despale indiscriminado. Ese es el proyecto de
colonización para incorporar tierras a la producción nacional de granos
básicos, a través del despale; se financia granos básicos, ganadería, se
prestan servicios, se construye red eléctrica, caminos, o sea, se hace la colonia como tal,
siguiendo el modelo del kibutz israelí, con asesoría de los israelitas. Los
israelitas tenían la asesoría y se hacen las colonias. Es el único municipio
del país en el cual su delimitación política administrativa, además de la comarca, es la
intermedia (entre comarca y municipio, entre comarca y distrito) que es la
colonia, producto de esa asesoría, de esa visión del kibutz. Entonces ahí se
concentra la población en la colonia, se
les da vivienda, agua potable, educación, salud, los principales servicios, y
queda alrededor la parcela para que pudieran trabajarla.
La otra etapa, la segunda,
no concluye el proyecto por la guerra de 1979; cuando triunfa la Revolución
Sandinista se paraliza todo, queda abortada la segunda etapa. Por eso
encontramos todavía colonias que nunca fueron concluidas: La Salvadorita, Unión
y otras que quedaron ahí a medio palo, sobre todo en el norte, en la zona
norte; lo que es Kurinwas, San José y toda esa zona no concluye, la parte este
y una parte del sur. Entonces se rompe la lógica esa y después se inicia un
tercer momento del desarrollo de Nueva Guinea.
Ese tercer momento es efímero,
es corto, es de 1980 a 1984 que hay una paz relativa, se comienzan a organizar
cooperativas, hay un auge, se quiere reactivar la economía con grandes
proyectos (el cacao, el hule, etcétera) para poder desarrollar la zona. Pero
comienza la guerra del decenio de 1980 y todos esos grandes proyectos que se
tenían planificados para la zona se abortan, quedan abortados nuevamente. Se
hace el conflicto militar, miles de jóvenes se van a la guerra, miles de
familias son sacadas de la montaña; entre 1986 y 1987 son evacuadas a los asentamientos
y, posteriormente, para remate, el huracán Juana en 1988. La zona queda
prácticamente devastada; es una zona que queda herida, herida por el conflicto
militar, herida, sangrando, entre la familia porque unos están en un bando y
los otros en el otro bando, y en la misma comunidad, la lógica comunitaria se
aborta, ya la gente no quiere saber nada, se van, unos comienzan a regresar
para asentarse de nuevo, y es la etapa de los años de 1990.
Lo más
significativo de la etapa del decenio de 1990 es la carretera que viene y con
ella todo lo que está detrás: más comercio, auge económico, más gente. Siempre
lo he dicho: Nueva Guinea es un municipio productivo pero también atractivo,
todo mundo quiere venirse para acá, se viene gente de la ciudad para Nueva
Guinea. Nueva Guinea es también un municipio que no satisface aún las
necesidades de su pueblo, de su gente; una inmensa mayoría de los jóvenes, que
son el futuro, emigra, se va. Se van inclusive jóvenes que han estudiado en las
comunidades su Primaria, que se hacen bachilleres y que son el futuro
técnico-profesional; el recurso humano más rico se nos está yendo, los jóvenes
se están yendo para Costa Rica y para otros lados, buscando alternativas de
trabajo y empleo porque aquí no hay. A grandes rasgos, eso es el desarrollo en
esas etapas de Nueva Guinea.
Y:
50 años de Nueva Guinea, ¿qué significan
para usted como habitante, residente y colono de Nueva Guinea? Usted que ha
dado seguimiento, que apoyó de cierta forma el desarrollo, ¿qué significan para
usted los 50 años de Nueva Guinea?
R:
Para mí son 50 años de lucha campesina. Eso es Nueva Guinea y sigue luchando,
el campesino sigue en su lucha de poder labrar la tierra, de poder producir, de
poder vivir en paz, de tener progreso, de tener bienestar para ellos y su
familia, igual que la mayoría de los pobladores que estamos aquí. Nueva Guinea
eso es; a nivel nacional, Nueva Guinea es 50 años de lucha campesina. Ha sido
una lucha histórica del campesino. Hoy lo vemos todavía: la gente anda ahí
manifestándose en contra del canal, porque la gente está desinformada, la gente
no sabe, a la gente no se le explica, a la gente no se le consulta. Una de las
principales cosas que tiene el campesino de nuestro país es la desconfianza: el
que está quemado con leche dicen que sopla las cuajadas, entonces la
desconfianza, la desinformación, es el escenario que nos encontramos ahora y
que puede generar conflicto; esperamos todos que no se vuelva a dar en esta
zona que ha sido tan herida por conflictos armados, por desastres naturales,
que no tienen ninguna razón al final, todos estamos convencidos que no nos
llevan a ningún lado.
Y:
¿Cómo se visiona Nueva Guinea en 50 años
más?
R:
No llego hasta allá. Todos quisiéramos tener una zona de paz, de desarrollo, de
convivencia, de armonía, de progreso; donde podamos satisfacer todas las
necesidades de la población, donde los jóvenes no se vayan, donde los ancianos
tengan vida digna, donde las mujeres no sigan siendo marginadas, explotadas y
maltratadas, donde todos vivamos en paz, rico, bonito, pero ese escenario, yo
creo, aquí hay que trabajar mucho más para lograrlo.