La falta de conocimientos científico-técnicos en el Caribe Nicaragüense es la causa fundamental de la situación de pobreza y extrema pobreza que impide a los pueblos indígenas, afrodescendientes y mestizos construir una vida mejor, y construir una sociedad donde predomina el mutuo respeto, la fraternidad, la prosperidad y la unidad en la diversidad.
Debido a esta ausencia de conocimientos científico-técnicos pertinentes, los pueblos indígenas y afrodescendientes del Caribe Nicaragüense no han podido defender y manejar sus propiedades comunales, a como lo hacen las familias adineradas y poderosas de Nicaragua, que a través de muchas generaciones, han sabido cómo defender y manejar sus propiedades para que generen bonanza económica y bienestar social de una manera sostenible.
Es debido también a esta ausencia de conocimientos científico-técnicos pertinentes que cuando las familias empobrecidas del Pacifico han tenido que emigrar al Caribe Nicaragüense proceden a quemar los bosques, fuente fundamental de riqueza económica y biodiversidad de la región, y después utilizan la tierra quemada con su biodiversidad devastada para el cultivo de una manera ineficiente e inapropiada de granos básicos y la crianza de una ganadería de subsistencia, que a través de los años genera pobreza en vez de riqueza.
En 1975, por primera vez en la historia del Caribe Nicaragüense, se inauguró en Puerto Cabezas, hoy Bilwi, un programa universitario que fue muy exitoso para la profesionalización de los maestros empíricos de la Secundaria del Caribe. En 1977, se amplió el programa de profesionalización de maestros de secundaria a la ciudad de Bluefields, junto con el inicio de un programa para la formación de especialistas en pesca y acuicultura.
Estos dos programas contaron con amplio apoyo de todos los sectores de la Población: las iglesias protestantes y católica, los dueños de pequeños negocios, los gobiernos municipales y el gobierno nacional, y especialmente de las maestras y maestros empíricos de secundaria de todo el Caribe. Los maestros tuvieron que pagar la colegiatura pertinente, sus gastos de alimentación y hospedaje en Puerto Cabezas y Bluefields, y sus gastos de transporte de ida y regreso de sus comunidades de origen a estas ciudades sedes del programa. Estos esfuerzos contaron con el aval de la UNAN, Universidad Nacional de Nicaragua, pero Costeños y Costeñas tuvimos que gestionar los fondos para el pago de los gastos del programa.
De estos dos esfuerzos iniciales de llevar programas universitarios al Caribe Nicaragüense, reforzados por las amargas lecciones aprendidas durante la década de los ochenta, surge la determinación de concentrar esfuerzos, juntar voluntades para establecer una universidad propia, autónoma, y genuina de los pueblos indígenas, afrodescendientes y mestizos de la región; un centro de estudios, de vivencias y de generación de conocimientos e instituciones que fortalecerían, enriquecerían y dignificarían a las mujeres, hombres, niños y jóvenes de los pueblos del Caribe; un centro de estudios eternamente comprometido con la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema de nuestros pueblos y sus territorios; un centro de estudios y de vivencias que generaría para nuestros pueblos los conocimientos y las capacidades necesarias para defender y manejar de una manera sostenible nuestros recursos naturales, nuestras costumbres y nuestras cosmovisiones; un centro donde docentes, estudiantes y trabajadores administrativos estarían siempre comprometidos y dedicados a la generación de modelos de vida donde florecerían el respeto mutuo, la libertad de expresión, el auto-estima y una férrea determinación de esforzarse para encontrar la resolución armoniosa y pacífica de los conflictos inter e intra étnicos, y donde los principios fundamentales de la democracia sean amos y señores de nuestras acciones y de nuestras relaciones; modelos dedicados a una búsqueda constante de auto-entendimiento y de entendimiento mutuo, un profundo entendimiento de uno mismo y de la otras personas; un esfuerzo incesante para identificar e introducir innovaciones que mejorarían la calidad de vida de nuestros pueblos, y que a la vez, adquirirían mayor nivel de dignidad para las mujeres, hombres, jóvenes y niños de nuestras sociedades.
En este mundo globalizado todos los conocimientos y la información de cualquier de las materias que se ofrece en las universidades del mundo están disponibles a los estudiantes en el Internet, y por lo tanto, la misión del docente ha cambiado. En el Caribe actual, con toda su problemática de diferencias interétnicas profundas, de pobreza y de pobreza extrema aguda y de manejo destructivo de su patrimonio terrestre, acuático y ambiental, el docente universitario tiene la misión, no solo de ayudar al estudiante a aprender como adquirir, entender y utilizar de una manera constructiva los conocimientos pertinentes, sino, de ser modelo de integridad, de transparencia, de mutuo respeto; ser eterno buscador de lo mejor para nuestros pueblos, de lo mejor para nuestros jóvenes que tienen el reto supremo de luchar para llegar a ser las mujeres y hombres que pueden llegar a ser.
Al comienzo, la decisión fue establecer dos recintos universitarios nada mas: un recinto en Bluefields y otro en Bilwi. Después nos convencimos que era necesario establecer un recinto en la región minera del Caribe Nicaragüense. Unos años después, gracias a los esfuerzos de la Cra. Claribel Castillo, se decidió establecer el recinto de Nueva Guinea. En lo personal, estoy convencido de que la Cra. Claribel tuvo un desempeño excepcional como docente y Vice-Rectora fundadora de este recinto.
La decisión de establecer múltiples recintos era debido a la Misión y Visión que teníamos para URACCAN. Estábamos convencidos que una de las misiones fundamentales de URACCAN era contribuir a reducir la desconfianza profunda que existía entre el Caribe Norte y el Caribe Sur; entre miskitus, mayagnas, afrodescendientes y mestizos. Estábamos convencidos que URACCAN tenia que dedicar muchos de sus esfuerzos a la construcción de la unidad en la diversidad; al fortalecimiento de las diversidades étnicas sin contribuir al debilitamiento de la unidad interétnica; también estábamos convencidos que URACCAN tenía que dedicar mucho de su esfuerzo al fortalecimiento de la autonomía de los pueblos caribeños que nació con poderosos enemigos históricos.
En 1995 la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la inclusión de URACCAN y BICU en el 6% del presupuesto nacional, que corresponde a los centros de educación superior que integran el Consejo Nacional de Universidades. Esta decisión contribuyo muchísimo a la estabilidad económica de URACCAN.
Una universidad no tendría razón de ser sin docentes y estudiantes. Docentes y estudiantes son los actores fundamentales de una universidad, pero la experiencia nos ha demostrado que los docentes permanecen por más tiempo que los estudiantes en la universidad; la presencia de los estudiantes es más efímera dentro de la vida universitaria. El elemento de la perpetuidad, del funcionamiento continuo, es mayormente por su cuerpo docente y administrativo.
La máxima autoridad de URACCAN es el Consejo Universitario compuesto por 22 miembros. Cuatro representantes en este consejo surgen de la comunidad estudiantil de los cuatro recintos. Yo estoy convencido que los docentes de URACCAN también deberían tener cuatro representantes en el Consejo Universitario de nuestra Alma Mater.
Un elemento importante para el establecimiento de un cuerpo docente de calidad es la inamovilidad, derecho que se alcanza después de años de servicio y metas académicas alcanzadas. Además, para el pleno goce y disfrute de la inamovilidad, el docente debe haber demostrado capacidad de reflexión, innovación, y una conducta ética intachable.
La inamovilidad en el cargo es una de las fuentes vitales de la libertad de cátedra y la universidad muere cuando no hay libertad de cátedra. La autoridad para despedir a un docente nunca debe depender de la decisión arbitraria de un funcionario. El docente que ha alcanzado el derecho a la inamovilidad es patrimonio valioso de la universidad; es alma, nervio, corazón, cerebro y espíritu vital de la universidad, y no debería ser despedido sin el debido proceso. En una universidad genuina no existe amenaza de despidos por falta de apoyo a los funcionarios en su búsqueda de posiciones de poder dentro de la universidad. En una universidad de calidad las posiciones de prestigio se alcanzan por el respeto y la admiración que otros docentes y trabajadores tienen para las ideas, acciones, calidad de vida y méritos profesionales de los aspirantes.
Compañeras, compañeros, a través de estos años URACCAN ha contribuido muchísimo a construir un Caribe Nicaragüense mejor.
A través de estos años la presencia de URACCAN en los cuatro territorios del Caribe donde funcionan sus cuatro recintos ha brindado a nuestra juventud las oportunidades de comenzar a adquirir los conocimientos y las vivencias necesarias para enfrentar de una manera exitosa los desafíos de la globalización.
A través de estos años URACCAN ha hecho muchísimo para contribuir a reducir las diferencias inter-étnicas y la violencia que engendra estas diferencias que tienen raíces muy profundas y su solución requiere de un esfuerzo nacional de larga duración.
Para mí, donde todos, repito, todos hemos fallado profundamente y esto me duele muchísimo, es que no hemos podido establecer una comunidad universitaria genuinamente democrática, donde prevalece el mutuo respeto, la tolerancia y la transparencia. Si compañeras y compañeros, estoy plenamente convencido que todos hemos fallados muchísimo en no establecer una comunidad universitaria de calidad, genuinamente democrática, que serviría de fuente de inspiración y de imitación a las organizaciones, instituciones, pueblos del caribe de nuestro país y a la nación nicaragüense en su conjunto.
Si hermanas y hermanos, esto tiene que ser nuestra tarea primordial de ahora en adelante.
Discurso pronunciado por Ray Hooker
I Congreso de docentes de URACCAN
en Nueva Guinea.
30/08/2016