Va al paso
con sus patas voladas,
en
sincronía producen un sonido
metálico con los cascos
al
patear el adoquín.
Va paso a
paso, bailando,
cabeceando en alerta con alegría.
Ella lo
domina, sujeta la rienda
y da toques
con las espuelas
cual caricias en el costado.
Es una
maravilla,
animal
dominado,
fuerza
retenida por una simple rienda,
energía que
se libera en los pasos,
con los que
baila al marchar,
izquierda, derecha
y al frente,
jala la
rienda, cambia el paso
y retrocede
al mismo son.
Ella lo
sostiene, acariciando su crin,
le da
fuerzas, marca sus pasos,
hace que
baile a su placer.
Veo sus largas
piernas embotadas,
sus manos
enguantadas,
su rostro
protegido por un sombrero,
sus caderas abiertas al lomo
y sus
pechos en danza.
Caballo de
paso,
caballo amaestrado,
caballo
mimado,
caballo que
bailas con ella
sobre tu
lomo, a su placer.
Vas
elegante ante el mirar
del gentío
apretujado
en las
calles de la ciudad.
Y por un
minuto soy vos,
veo un panorama festivo,
dejándome
conducir por ella,
apoderándose
totalmente de mí,
voy con
ella, a su ritmo.
¡Que
maravilla, caballo!
el apretar
de sus piernas,
el retoque
de sus manos,
el aroma de
su cuerpo al respirar.
¡Oh, caballo!
Ella me lleva a un lugar especial,
con golpecitos de fusta me hace bailar,
desnuda y eriza mi piel,
y bailo y
relincho con ella encima,
atrás, adelante, hacia un lado
y hacia el otro, arriba y abajo.
¡Oh, caballo!
Ella es experta en potros
marca el paso,
domina y retiene,
llevándome gustosa por los
caminos placenteros del éxtasis.
¡Oh,
caballo! ¡Que dicha, que felicidad!
Agosto 2023
Foto: Internet.
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