martes, 15 de enero de 2013

EL AUTOMOVIL Y LA CALIDAD DE VIDA


Todos los días de semana, después de las cinco de la tarde, el hashtag #TraficoNI en Twitter es utilizado por miles de personas para comunicar la saturación del tráfico vehicular en la ciudad de Managua y sugerir el uso de vías alternas. Los Tweets son geniales y muchos reflejan el grado de ansiedad por el que pasan los conductores.
           
Se estima que en Nicaragua se venden anualmente unos trece mil autos nuevos y esta cifra se incrementa un treinta por ciento anual. Un elevado porcentaje del ingreso es destinado a la adquisición y uso de este producto, a tal grado que ha llegado a ser, después de la vivienda, el segundo de los bienes en importancia económica, medida por la cantidad de recursos que se destinan a su producción y consumo.
           
Para calcular el volumen global de consumo de bienes y servicios implicados en esta actividad debemos tener en cuenta: a) los automóviles, con todo lo que implica su producción y utilización por los usuarios; b) su transporte, distribución y comercialización; c) los lugares donde se guardan y protegen en las residencias de sus poseedores, y los lugares públicos de estacionamiento; d) los terrenos de alto valor que se utilizan en ello (aproximadamente un 30 por ciento del espacio urbano en las grandes ciudades); e) los repuestos y accesorios; f) el tiempo que se emplea en su manutención, limpieza y reparación; g) la producción, distribución y consumo de combustibles, aceites, neumáticos y los demás elementos indispensables para su funcionamiento; h) la gran cantidad de talleres mecánicos y eléctricos donde se efectúan servicios de mantenimiento y reparación; i) el personal y los recursos destinados a regular el tránsito vehicular, los semáforos y sistemas de control; j) los seguros contra accidentes y robos; k) los accidentes de tránsito (una de las principales causas de muerte y que dan lugar al uso de un elevado porcentaje de los presupuestos de salud) y l) la construcción, manutención, utilización y ampliación de calles y carreteras.
           
Estas actividades han sido y, tal parece ser, seguirán dinamizando la economía, contribuyendo en un alto porcentaje en los indicadores de crecimiento de la producción y consumo. Pero, ¿constituye realmente un proceso de desarrollo si lo evaluamos desde las personas y la comunidad, que son el fin último de la economía?
           
En cuanto a necesidades, la más importante que atienden estos bienes y servicios es el transporte y desplazamiento de las personas. Pero a medida que aumenta la cantidad de automóviles que se desplazan por Managua, la satisfacción marginal (la que proporciona cada nueva unidad de producto que se utiliza) va disminuyendo rápidamente porque la introducción de cada vehículo en el sistema de transporte incrementa la congestión del tránsito de tal modo que disminuye la velocidad media de circulación.
           
En las horas pico, la velocidad media de circulación oscila entre 10 y 20 kilómetros por hora y, si consideramos el tiempo que las personas dedican a estacionar, lavar, mantener, reparar y utilizar sus automóviles, y se lo divide entre la cantidad de kilómetros que las personas se desplazan en ellos, se llega a cifras del orden de 5 a 10 kilómetros por hora, esto es, tanto como desplazarse caminando.
           
Cualquier aumento adicional en el consumo de automóviles disminuye aún más la utilidad neta de ellos, medida según la satisfacción de necesidades humanas que proporcionan, y aumentan los costos globales implicados en la satisfacción de esta necesidad (ensanchamiento de calles y carreteras, espacios de estacionamiento y accidentes de tránsito) así como el aumento del ruido, el impacto sobre el medio ambiente y las consecuencias a nivel de salud física y psicológica de las personas.
           
Es cierto que, en sentido inverso, no se ha planteado la satisfacción de otras necesidades, además de movilizarse, que proporciona el automóvil a sus propietarios, como las relacionadas con el prestigio social (¡conducir un Four Wheel Drive en la ciudad!), sobre el cual, dicho sea de paso, habría mucho que decir respecto a la calidad de satisfacción que se obtiene de esa manera.
           
Es de esperarse que a futuro se dicten medidas de restricción a la circulación de vehículos  —que tienen el mismo efecto que una disminución del consumo— para mejorar la eficiencia global del transporte en Managua y concitan la adhesión de los usuarios afectados por la misma restricción tal como hoy lo manifiestan en Twitter.


Lunes, 07 de enero de 2013
Ronald Hill A.