Ellos eran los que organizaban el baile del Palo de Mayo por las noches. Lo hacían frente a la casa de dos pisos de concreto que ahora ocupa la Naval, donde había una explanada grande bien engramada. Cortaban un árbol o una rama grande y la sembraban en el lado derecho del andén, como que vas para la aduana. Todos los habitantes lo sabían, por la noche se aglomeraban alrededor del palo que con esmero lo adornaban de cintas, popas y otras cosas, creo que hasta botellas de whisky importado, contrabandeado pues. Fue en los tiempos antes de que surgiera los “barbaros del ritmo”, antes de “Mango Gosth”, hace mucho tiempo.
Ellos también eran los músicos, sus instrumentos eran guitarra, una tina con un orificio del que salía un mecate amarrado a un palo era el bajo, una quijada de mula o caballo que le sacaba ritmo al rozar sus dientes, el colador para rayar coco lo empleaban rascándolo con algo pero su sonido se combinaba con los otros y se armaba el baile con la armonía de sus voces que en ingles contaban sucesos, recordaban su historia, su pasado llenos de orgullo.
Ellos también eran los músicos, sus instrumentos eran guitarra, una tina con un orificio del que salía un mecate amarrado a un palo era el bajo, una quijada de mula o caballo que le sacaba ritmo al rozar sus dientes, el colador para rayar coco lo empleaban rascándolo con algo pero su sonido se combinaba con los otros y se armaba el baile con la armonía de sus voces que en ingles contaban sucesos, recordaban su historia, su pasado llenos de orgullo.
Si te estás imaginado lo que ves ahora, estás equivocado. Nada que ver, nada de relajo, nada de ese baile de movimientos estrafalarios, nada de pegarse al cuerpo de la mujer, no se dejaban manosear, nada de agarrase de su cintura menos pegársele como macho en celo de las nalgas tratando de penetrarla por atrás con todo y ropa. Para eso otro lado, la cama el mejor sitio. Era otro Palo de Mayo. Era diferente: las parejas bailaban con orgullo y movimientos sensuales, recordando a sus ancestros y mediante el baile, su ritual, dando vueltas alrededor del palo, los recodaban, los convocaban para que les trajeran dicha, felicidad, un mejor porvenir y agradecerles por la vida, la abundancia, la fertilidad, para que les señalaran el camino a seguir y superar sus temores, sus necesidades.
Ahora es otro Palo de Mayo, son comparsas que recorren las calles al sonido de tululu, el ritual por la vida convertido en mercancía barata que se vende en cualquier lado, en nigth clubs, en fiestas de los poderosos. La herencia ancestral por la vida y su camino se va perdiendo sin que muchos, frente a falsas ilusiones, se den cuenta.
Domingo, 27 de mayo de 2012
Asi es querido cotraneo amigo, al ritmo de los tiempos la tradicion del palo de mayo se moderniza. Hoy su practica menos espontaneamente y es mayormente cocebida en "reuniones", mas coherente y refinado. La danza se despende del primitivo ambito del barrio, circunscribiendose a otos escenarios. Sin el fermento espontaneo del barrio se depuran los elementos convencionales y se le agregan nuevos tintes. ( Hace un par de anos vi a un Neron bailar palo de mayo, es decir un danzante de una carroza iva disfrazado de Romano. Que pito fuma este traje en Bluefieldse ? Extraido talvez de las peliculas romanas que mirabamos en el Variedades de comienzos del 60, de aquellos filmes viejos y baratos que habian sido promovidos por el propio Mussolini para exaltar el viejo espitu romano. Bueno pero esta es otra historia.) Hoy el palo de mayo cuenta con nuevos elementos coreograficos que consfiguran el moderno entorno mayero. Francisco Vela Suarez
ResponderEliminar"En este mundo traidor, nada es verdad ni nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira" ... yo creo que en un mundo de cambios, evolucion, globalizacion y multiculturizacion, es lógico que tan bonita tradicion haya sida sometida a su respectiva dosis de elementos de cambio. A la larga lo que vale tomarse en cuenta es que aun sobreviven testigos oculares que den fé del "antes" y "despues". Richard Mohrke
ResponderEliminarHace pocos dias, Ronald, leia un pie de foto sobre una hipica en Bluefields... la primera impresion que tuve de la tal foto fue.... risa, porque en mi mente no encajaba, no cuadra una hipica en Bluefields, pero despues reflexione y pense que algo raro esta pasando en nuestro lugar de nacimiento, las costumbres de los nuevos pobladores se esta imponiendo ante las de los ancestros afrocaribenos, y eso creo que es lo mismo que esta pasando con el maypole que conocimos nosotros con musica de tina, guitarra y mandolina.... la estamos enterrando para dar paso a bailes esteriles que no nos dejan mas que el amargo sabor del dolor de estar perdiendo nuestra propia identidad. Saludos Chico Vela.
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