“Agua que no has de beber, déjala
correr”, es una expresión gráfica. Imagínense
que un día se nos ocurre ir al río El Zapote, el mismo que con sus aguas logra saciar
la sed de los que habitamos en el casco urbano de Nueva Guinea, y en la orilla
decidimos no beber de él, con ello estamos dejando que el agua siga su curso
hasta que llegue a aquellos que sí la necesitan o quieren beber de ella. Sino,
lo que haremos es poner obstáculos o impedimentos a que el agua llegue allá
donde debe, donde la necesitan.
También “agua que no has de
beber, déjala correr” se ha convertido por su uso en un refrán que nos dice que
si algo no es de nuestra incumbencia, si no te interesa, si no es de tu responsabilidad,
ni te afecta, no debes involucrarte en ello, debes dejar que pase, no debes
meterte en medio. Bonito, ¿verdad?, pero como a todos nos incumbe, nos interesa
el agua, debemos involucrarnos en la problemática.
Una vez escribí sobre este
tema, el de la problemática del agua en Nueva Guinea y, con cifras en manos,
señalaba que el 27.1% del agua bombeada se perdía, constituyéndose en un verdadero derroche de agua.
Nuestra ciudad crece sin parar,
todo mundo construye a su antojo, pero cada año el caudal del río baja hasta el
grado que el agua no sigue su curso y miles de peces mueren atrapados en el
dique de contención. Por todas las zonas se amplía el número de usuarios, y
cada año padecemos el mal del racionamiento, aglomerándonos en los meses críticos
frente a las pilas de agua de ENACAL, transformándonos en mendigos de agua.
Y señoras y señores, apenas
estamos en el mes Octubre y ya los funcionarios de ENACAL insinúan que van a racionar el agua. Yo realmente no entiendo, amplían la red
de distribución cada año y luego cierran los tanques. ¿Qué sentido tiene? Eso
sencillamente nos está mostrando el poder que ellos tienen sobre nosotros, los
usuarios, sobre los habitantes de la ciudad. Adoptan la posición del papá que
castiga al hijo sin que tenga alguna culpa, le da reprimendas por los errores
que él ha cometido y, en medio de su propia crisis, le da un tajonazo en la espalda
al chavalo. Ve que lindo, injusticias para los usuarios que hacemos uso
racional de ella.
El cuento de que van a hacer
nuevos tanques, que los van a subir en unas torres tan altas como el cielo para
que a todos nos llegue el agua, que van a hacer un dique de contención en el
río de la Sardina, que después vamos a beber agua del Río Plata, son eso,
cuentos de agua, y llegara el día en que nuestros nietos y bisnietos visiten el río como aquella vez que no bebimos agua a la orilla de El Zapote, donde
hallaran un rótulo entre las piedras del fondo seco que dirá: “De aquí bebíamos
agua”, firmado por ENACAL y todos los gobiernos municipales que nunca hicieron
nada por resolver de manera responsable la problemática del agua en Nueva
Guinea.
Si los ciudadanos de la ciudad de
Nueva Guinea seguimos siendo pasivos, si no nos involucramos activamente en la búsqueda
de solución al problema del agua, seremos responsables de que nuestros hijos, nietos y bisnietos sufran las consecuencias de ello.
Martes, 4 de octubre de 2016.
Nueva
Guinea, RACS.
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