Dicen que en la mar está la paz,
pero yo sé que también es un abismo,
porque por la mar te fuiste
una tarde de verano,
dejándome en esta isla
de arenas blancas y arrecifes dormidos.
Desde Mount Pleasant Hill
vi tu sombra desvanecerse,
esperé que las estrellas emergieran
donde tu figura se hundió en el horizonte,
pero solo quedó el eco
de un adiós que no quise escuchar.
Ahora miro al Norte
y te imagino perdida en un mar distinto,
de calles frías y atiborradas,
corriendo tras un sueño
que no sé si aún te pertenece.
En la profundidad de la memoria
busco nuestra risa entre los cocoteros,
las canciones que juramos eternas,
y me duele saber
que en poco tiempo todo ha cambiado:
las palabras, las promesas,
las verdades en que creíamos.
Aquí sigue el sol,
el viento y las olas,
las estrellas brillando sobre la mar,
pero ya no sé si traen paz
o solo la tristeza de saberte lejos.
Es tan tarde ahora,
pero lo es mucho más
en un lugar donde nunca estaré
para verte otra vez.
4 de Febrero 2025
Foto: Internet