La captura de langosta (Panlirus argus) en la Costa Caribe Nicaragüense se ha convertido, a partir de los años 90, en una actividad insostenible para las Regiones Autónomas y el país. Partiendo de datos del Banco Central de Nicaragua (BCN) se observa que la captura de langostas, en la década de los años 90, creció en un 92.5% en relación al promedio anual alcanzado en el periodo 1972 – 1989. ¿Que se encuentra detrás de estas cifras que a simple vista parecen indicar un crecimiento sostenido de la actividad? Mucho, pero las mismas esconden una triste realidad.
La década de oro en la captura de langosta fue la de los años 70. Se inició, de manera industrial, por cubanos exiliados de la isla a finales de los años 60. Históricamente los habitantes de la Costa Caribe han capturado langosta, “el zopilote de mar”, principalmente por la etnia de los misquitos a través del buceo a pulmón tal como ha sido descrito por el suplemento Nuestro Caribe en la Prensa. La captura industrial se inicio con nasas construidas de madera al igual que los barcos langosteros con una capacidad de captura baja en relación a las condiciones actuales. El año 1978 fue el más productivo llegando a ser de 3,023 miles de libras. A partir de 1980 hasta 1990 la tendencia presenta un comportamiento negativo al pasar de 991 a 583.5 miles de libras. Este comportamiento se da debido a que la flota de barcos no puedo sostenerse por falta de repuestos, la situación de guerra en el país y el bloqueo. Es en ese período, y ante esas circunstancias, que entra la flota hondureña a incidir en la actividad pesquera debido al agotamiento del recurso en sus mares.
A partir de 1990 se da una reconversión en la práctica de captura pasando del buceo a pulmón a ser una extracción laboral- industrial a grandes profundidades y con tanques de aire comprimido lo que se dio sin regulación o control incumpliéndose la normas laborales lo que ha provocado centenas de muerte de buzos misquitos por el llamado síndrome de la descompresión (aeroembolia, embolia cerebral, paraplejia o hemiplejía). Las instituciones del estado responsables de velar por esta situación han sido incapaces de enfrentar el problema y siempre aducen falta de presupuesto para su actuar, personal y medios necesarios, mientras que, por otro lado, las empresas dedicadas al acopio y comercialización se aprovechan de lo remoto de su localización imponiendo su poder económico e influencia política sobre los intereses de los buzos misquitos y de los mismos funcionarios públicos.
Varios acuerdos ministeriales por parte del MIFIC se han emitidos con el fin de corregir el problema de la captura de langosta ya sea de talla pequeña o con huevos ya que la hembra pone muchos miles de huevos que ella misma transporta durante varios meses hasta que éstos eclosionan. También se ha decretado la veda de manera consecutiva en los últimos años con operaciones por parte del Ejército de Nicaragua para castigar a los que incumplen y combatir la piratería en nuestras aguas. La realidad es que se sigue capturando langosta de talla pequeña y, lo más grave, hembras en reproducción. La mayor parte de la captura sigue siendo con tanques de buceo y miles de buzos son explotados por las empresas que obtienen los mayores beneficios actuando estas como principales depredadores del “zopilote de mar”.
Los Consejos Regionales de la RAAN y la RAAS están adormecidos ante la problemática y deberían, por su jurisdicción en el marco de la ley de Autonomía, frenar la actividad de captura con tanques de buceo solicitando a la Presidencia de la Republica la suspensión indefinida de esta practica. A la vez se debe derogar el artículo 67 de la ley de Pesca y Acuicultura ya que establece, a partir de su aprobación, un período de tres años para que el MIFIC realice un estudio integral sobre la captura de langosta con tanques de buceo. No es necesario un estudio que le costará miles de dólares al país si los mismos Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Europea han advertido que de continuar capturando con tanques suspenderán sus compras. Más allá de estas medidas de corto plazo, es preciso diversificar la pesca incluyendo otras especies de gran potencial y promocionar la pesca artesanal de manera equitativa en relación a la industrial para generar el empleo e ingreso que se necesita en la Costa Caribe y en el país ya que de lo contrario pagaremos un alto costo y seguiremos siendo cada vez más pobres.
Ronald Hill A.
La Colina
Nueva Guinea, RAAS
Nicaragua
hillron@hotmail.com
La década de oro en la captura de langosta fue la de los años 70. Se inició, de manera industrial, por cubanos exiliados de la isla a finales de los años 60. Históricamente los habitantes de la Costa Caribe han capturado langosta, “el zopilote de mar”, principalmente por la etnia de los misquitos a través del buceo a pulmón tal como ha sido descrito por el suplemento Nuestro Caribe en la Prensa. La captura industrial se inicio con nasas construidas de madera al igual que los barcos langosteros con una capacidad de captura baja en relación a las condiciones actuales. El año 1978 fue el más productivo llegando a ser de 3,023 miles de libras. A partir de 1980 hasta 1990 la tendencia presenta un comportamiento negativo al pasar de 991 a 583.5 miles de libras. Este comportamiento se da debido a que la flota de barcos no puedo sostenerse por falta de repuestos, la situación de guerra en el país y el bloqueo. Es en ese período, y ante esas circunstancias, que entra la flota hondureña a incidir en la actividad pesquera debido al agotamiento del recurso en sus mares.
A partir de 1990 se da una reconversión en la práctica de captura pasando del buceo a pulmón a ser una extracción laboral- industrial a grandes profundidades y con tanques de aire comprimido lo que se dio sin regulación o control incumpliéndose la normas laborales lo que ha provocado centenas de muerte de buzos misquitos por el llamado síndrome de la descompresión (aeroembolia, embolia cerebral, paraplejia o hemiplejía). Las instituciones del estado responsables de velar por esta situación han sido incapaces de enfrentar el problema y siempre aducen falta de presupuesto para su actuar, personal y medios necesarios, mientras que, por otro lado, las empresas dedicadas al acopio y comercialización se aprovechan de lo remoto de su localización imponiendo su poder económico e influencia política sobre los intereses de los buzos misquitos y de los mismos funcionarios públicos.
Varios acuerdos ministeriales por parte del MIFIC se han emitidos con el fin de corregir el problema de la captura de langosta ya sea de talla pequeña o con huevos ya que la hembra pone muchos miles de huevos que ella misma transporta durante varios meses hasta que éstos eclosionan. También se ha decretado la veda de manera consecutiva en los últimos años con operaciones por parte del Ejército de Nicaragua para castigar a los que incumplen y combatir la piratería en nuestras aguas. La realidad es que se sigue capturando langosta de talla pequeña y, lo más grave, hembras en reproducción. La mayor parte de la captura sigue siendo con tanques de buceo y miles de buzos son explotados por las empresas que obtienen los mayores beneficios actuando estas como principales depredadores del “zopilote de mar”.
Los Consejos Regionales de la RAAN y la RAAS están adormecidos ante la problemática y deberían, por su jurisdicción en el marco de la ley de Autonomía, frenar la actividad de captura con tanques de buceo solicitando a la Presidencia de la Republica la suspensión indefinida de esta practica. A la vez se debe derogar el artículo 67 de la ley de Pesca y Acuicultura ya que establece, a partir de su aprobación, un período de tres años para que el MIFIC realice un estudio integral sobre la captura de langosta con tanques de buceo. No es necesario un estudio que le costará miles de dólares al país si los mismos Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Europea han advertido que de continuar capturando con tanques suspenderán sus compras. Más allá de estas medidas de corto plazo, es preciso diversificar la pesca incluyendo otras especies de gran potencial y promocionar la pesca artesanal de manera equitativa en relación a la industrial para generar el empleo e ingreso que se necesita en la Costa Caribe y en el país ya que de lo contrario pagaremos un alto costo y seguiremos siendo cada vez más pobres.
Ronald Hill A.
La Colina
Nueva Guinea, RAAS
Nicaragua
hillron@hotmail.com
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