Tres días
seguidos desayuné frente a ellas, pero hasta el segundo las noté. Están
acomodadas sobre un aparador, divididas en dos grupos de tres por una lámpara de
mesa. Sobre ellas, en la pared pintada de color zapote, cuelgan dos cuadros de un pequeño velero impulsado por el viento en el rojo atardecer de la bahía de
Bluefields del pintor bluefileño Julio Godoy.
“Son mis negras”,
me dijo Fabiola Guerrero cuándo notó que me llamaron la atención y las fotografié.
Unas se las han regalado, otras las ha adquirido en diferentes centros comerciales
del país. Los cuadros y las muñecas, “sus negras”, le dan vida al comedor como
los desayunos que compartió conmigo en los tres días que, junto a su esposo
Silvio Lacayo, me acogieron en su casa de habitación durante mi última estancia
en Bluefields.
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