viernes, 22 de abril de 2011

COSAS HELADAS

Eran las cuatro de la tarde. Semana Santa casera, estiraditos en la cama con mi mujer viendo los clásicos de semana santa por la tele. De pronto escuchamos el ruido del portón. Tres montados, una familia campesina de visita. Con confianza lo abrieron y salimos a recibirlos mientras amarraban los caballos en el poste de luz.

Está cerrado, dijo Emilce. Era Julia con su marido y su hija de unos ocho años que viven en Guinea Vieja. Venimos de visita dijeron y entraron al restaurante. Vamos de regreso a la finca y queremos tomarnos unas cervecitas heladas, dijo Sebastian. Deben de estar calientes, pensé. Pruébelas, no están muy heladas. Están buenas, tráiganos dos y un fresco.

Hablamos de muchas cosas, de la cosecha de frijoles, del precio de la leche, de las cuajadas y de su finca. No nos hace falta nada, al menos nos aseguramos la comida dijo Julia. Tengo una manzana de yuca y voy a sembrar maíz, este año se me ha metido sembrar arroz de secano, viera usted como les da a mis vecinos, primera vez que voy a sembrarlo, dijo Sebastian y pidió otras dos frías.

Así como están las cosas, es una bendición, agradézcale a Dios, dijo Emilce. Si verdad, dijo Julia, todo está carísimo. Deben de pasar tranquilos en la finca, respondió mi mujer. Como hacen con el agua, le pregunté a Sebastian. Tenemos un pozo, respondió Julia. Y hay luz eléctrica, preguntó mi mujer. Desde hace un año tenemos, compramos un panel solar en 17,500 pesos que nos da para cuatro bujías y la grabadora comentó Julia. Debe escuchar las noticias por radio Manantial, dije. Estoy al día, respondió Sebastian y pidió otras dos pero Julia dijo ya no, es suficiente y se hace tarde.

Lo único que me hace falta es tomar cosas heladas, dijo Sebastian viendo a Julia. Usted sabe, hielito, un fresquito heladito, una gaseosa, eso es lo único pero tendría que poner otro panel y comprar un conversor para que levante una refrigeradora. Y para los tragos también, respondí. Si claro, dijo y agregó, déme dos en latas para aguantar las ganas hasta la próxima semana. Al despedirnos, Emilce le regaló a Julia tres bolsas de hielo para el fresquito de Sebastian mientras él sonreía.


Jueves, 21 de abril de 2011

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