Me bajé del jeep para revisar una
llanta y escuché el sonido del golpe seco y continuo. Crucé caminando la
carretera que conduce a La Libertad, Chontales. Un hombre estaba con un hacha
derribando un árbol de Igualtil (Genipa americana L.), llamado también Tapa
Culo. Daba cinco hachazos al lado derecho y cinco al izquierdo hasta que lo
derribó. Al caer el tronco no se desprendió y le tomé la foto cuando lo
separaba en dos. Con hacha, ¿y las motosierras?, pensé.
“Aquí, en estos llanos ya no se escuchan, la
gente se vuela los palos con hacha y cuando de leña se trata, se suben con
serrucho a cortar las ramas gruesas”, dijo Julio Duarte cuando le mostré la
foto en su finca La Heredad ubicada en la comarca El Quebrantadero de Juigalpa.
“Al menos aquí le tienen miedo a las autoridades
pero en otros lados arrasan con los bosques y todo el mundo se hace de la vista
gorda”, le respondí. “Ese era el último Igualtil de estos lados”, respondió.