El Bluff,
el lugar donde las estrellas
cuelgan tan bajo que puedes tocarlas,
tan bajo que acarician tu alma
con su luz infinita.
Debajo de su mirada celestial,
la tierra se levanta para mezclarse
con ellas y la mar.
Después del mediodía,
en la pendiente que lleva al faro,
más allá de la antigua pista,
bordeando matorrales verdes,
una pareja de misquitos
caminan aferrados a sus manos.
La pasión, ojos brillantes y labios
ardientes,
los descubren como tesoro sin ser
visto.
Al atardecer,
cuando el cielo es un lienzo de naranja y
chocolate,
un guerrero
melancólico,
y una doncella milenaria,
danzan bajo las estrellas de El Bluff.
Cuelgan tan bajo,
tan bajo, que purifican el alma
con su presencia.
4 de febrero de 2024.
Foto: José Juan López Lafuente
Nota: apague la luz y disfrute las estrellas.