lunes, 14 de abril de 2025

SILUETA EN LA ARENA

 



El estuario del río Escondido

se despliega en la bahía,

y ella se abre hacia el mar Caribe.

A veces llenos, otras vacíos;

como yo, cuando estás y cuando te vas.

 

Un sentimiento imposible de enmarcar,

pero el Caribe sí puede serlo,

sobre todo, cuando en abril

cielo y mar se tiñen de violáceo,

se encuentran, se reconocen, se funden,

renovándose uno al otro.

 

El delfín nada junto a las olas

que acarician los barcos,

entra y sale alegre del agua

como yo, cuando veo tu silueta

avanzar con pasos atléticos

y el pelo rizado al viento

por la playa de El Bluff.

 

Dos motonetas llegan

desde la antigua pista

al sendero arenoso, bordeado

por palos de icacos y uvas de mar,

mientras una bandada de pelícanos

cae en picada sobre el cardumen

que busca refugio entre las piedras.

 

Los niños recogen conchas,

corren, ríen, gritan y nadan

hasta que tu figura lentamente

se desvanece en el horizonte,

provocando en mí la añoranza

de verte una vez más.

 

14 de abril de 2025

Foto: Internet.