Desperté un poco más tarde hoy, a las 4:20 de la mañana.
¡Creo que me regalé unos minutos extra de descanso, y se sintió increíble!
Después de todo, nunca se duerme demasiado cuando se trata de cuidar de uno
mismo.
A las 4:40 de la mañana, ya me encontraba caminando en el
parque, disfrutando del fresco inicio de un nuevo día.
Según mi registro, inicié la caminata a las 4:46 a.m. Prado
y Lilian ya estaban en acción, como siempre, comenzando con energía su rutina
diaria. Es un gusto saludar a los compañeros de camino, esos que, si faltas un
día, te lo hacen saber con cariño porque te extrañan.
Hoy vi a pocos caminantes, pero cada uno tiene su historia.
Hay quienes te sorprenden con su dedicación y transformación. Después de tantos
meses corriendo juntos, es inspirador ver cómo el esfuerzo da frutos. Un
muchacho, cuyo nombre no sé, hace seis meses era un gordito simpático, ¡pero
ahora lo vi más alto, más fuerte y corriendo a gran velocidad! Es evidente que
madrugar para respirar aire fresco y sudar vale la pena. Con el tiempo, algunos
de esos rostros conocidos se convierten en compañeros de camino, y compartir la
jornada con ellos hace todo más ameno.
Ayer fui a comprar un medicamento en la farmacia y, de paso,
decidí pesarme. "¡Son 150 libras!", dijo Magdalena, la dueña de la
farmacia, con una sonrisa. "¿En serio?", pensé sorprendido. Me
preguntaba si la balanza estaba bien calibrada. Magdalena me pidió que lo
intentara de nuevo, y ahí estaba, el mismo número: 150. "Pero si hace poco
pesaba 158 libras, a finales de junio", le comenté. "Es por todas
esas caminatas diarias que haces. Si las dejas, verás cómo subes de peso",
me respondió con un guiño. Le di las gracias, pagué los medicamentos y seguí
con mis tareas del día.
Pero volviendo a la caminata, hoy completé 6.43 kilómetros
en 1:30:03 horas, con un ritmo medio de 14 minutos por kilómetro. ¡En total di
9,210 pasos, con una zancada promedio de 70 cm!
Y aquí estoy, compartiendo con ustedes mi mañana, los
caminantes, mi peso y los logros del día. ¡Casi lo olvido! Después de un
desayuno energizante con miel, frutas, yogur, ciruelas, café y pan con
margarina y mantequilla de maní, continúo con mi rutina de ejercicios: 30
repeticiones de Curl para bíceps con mancuernas de 15 kilos en cada brazo, y
luego 30 repeticiones de Press de hombro con 20 kilos.
Y mientras observo por la ventana, me pregunto con
entusiasmo qué nuevas sorpresas y logros me esperan en este día que recién
comienza.
20/08/2024
Foto: Internet.