Mis amigos
han publicado libros sobre la historia del Palo de Mayo. Uno dice que el otro
le ha plagiado y que no le cita en la bibliografía. Los poetas sin paga han
elevado al cielo sus sentimientos sobre mayayalasinki, túlulu, sinsaimasinmailo y
lanchtanova. Y los pagados solo ven los colores del dinero.
Y así todos celebramos Mayo Ya, cada quien a su manera. Unos bailando, otros haciendo círculos
entre bailarines alrededor del palo, muchos entre el tumulto van y vienen hasta
pasar debajo, passanda, y no importa si estás sereno, con tus sentidos en
alerta, o si andas hasta los pelos vomitando por las calles: ¡breda!, es la fiesta
de Mayo.
Y ahora se
nos vienen de todos lados, descubriendo nuevamente lo descubierto por vos, por
nosotros y por aquellos que ya se fueron y están ausente en este Mayo Ya. La
ciudad se viste como nunca antes para acogerlos, para agasajarlos, para
fulminarlos de dicha, de algarabía al ritmo de comparsas, al son de los
tambores en las calles, barrios, plazas y parques porque estamos orgullosos de
nuestra tradición, y por ellos en nuestras casas se mete el Palo de Mayo, en
nuestro cuerpo, es nuestra sangre, es nuestra cultura, es nuestra tradición.
Y se acaba
la noche y vuelve el día con el mismo son, el mismo ritmo, el mismo sentir,
exaltado por los colores y la pintura de la ciudad, un fin se semana vienen
unos y otros se van, singsaimasinmailo. Un mes de bacanal breda.
Un mes
dormido, con el dios Baco enaltecido, y en la casa terminamos con los bolsillos
volteados sin monedas, mayayalasinki, porque no aprovechamos como muchísimos otros
el montar un emprendimiento, no vendemos güirilas, ni quesillos o queso, ni verduras
colocadas en canastos en la acera, nos lentiamos. ¡Yufela!,
otros se llevan nuestro dinero.
Y se acaba
el mes, no te vayas, vení, quédate, que la dicha que nos das sea eterna, que
esta celebración por la fertilidad no termine, porque mañana, mañana Mayo Ya, el
cielo amanecerá gris, lluvioso y saldremos a las calles barridas y descoloridas
con la misma tristeza y desdicha que vive en nuestro corazón los otros once meses
del año. ¡No te vayas Mayo Ya!
Mes de Mayo Ya.