Ronald (R): Nos
encontramos con el señor Donald Ríos Obando, uno de los primeros fundadores,
que nos va a conceder una entrevista en el marco del 50 Aniversario de la
Fundación de Nueva Guinea. Cuéntenos en qué fecha vinieron.
Donald Ríos Obando (DRO): La
fecha en que llegamos a la orilla del Río El Zapote, en El Salto, fue el 5 de
marzo de 1965. Nos llevó cinco días de viaje, desde nuestro lugar de origen
hasta llegar a El Zapote.
R: En
el caso de usted, ¿de qué lugar venía?
DRO: Yo
venía de Somoto Grande.
R:
¿Fueron 17 los primeros colonos?
DRO: Los
primeros fuimos 17, incluyendo dos mujeres; veníamos 5 de Somoto Grande y
venían 12 de Carazo, y venían las dos mujeres.
R: Y de
esos 17, ¿cuántos se encuentran con vida en la actualidad?
DRO: De
los primeros 17 vivimos 4.
R:
¿Quiénes son?
DRO: Está
Reynerio Cadena Obando, Nicanor Velázquez, Víctor Ríos Obando y yo, Donald Ríos
Obando; 4 de la primera columna.
R:
¿Cuáles fueron los primeros retos que ustedes enfrentaron a su llegada a Nueva
Guinea?
DRO: El
primer reto fue que, cuando llegamos a esta montaña, realmente desconocíamos
porque veníamos de lugares secos, de lugares que se compraba en cualquier lugar
y venirse a asentar a una montaña donde no encontrábamos, digamos, aquí
abundaba la carne, pero no había el bastimento. Entonces, nosotros aquí, íbamos
a pescar, metíamos el anzuelo y ahí venía el pescado, los guapotitos, las
mojarras, los sábalos; eso era una belleza: tirábamos un pavón, una guatuza, un
jabalí o un chancho de monte. De eso aquí había de sobra, pero el problema que
tuvimos nosotros fue el bastimento, ¿dónde hallar tortilla?
R:
Acostumbrados a tortilla, sin guineos, sin plátanos. Y con frío, con la lluvia,
¿no?
DRO: Eso
fue de las otras condiciones: la lluvia. Aquí, en ese entonces, llovía mínimo,
mínimo, diez meses sin cesar, un agua como la que acaba de pasar hace unos
cuatro días, no un agua ofensiva pero sí permanente. Más el problema de que no
sabíamos dónde hallar comida, porque nosotros decimos “comida” cuando estamos
hablando de arroz, de frijoles, de tortilla; nos hacía falta también aceite,
jabón, sal, azúcar, esas cosas no las teníamos.
R: No
venían con provisiones.
DRO: No
veníamos con suficientes provisiones; los puchitos que traíamos cargando nos
duraron como unos diez o quince días. Después viene el problema. Ahí es cuando
nosotros tenemos una gran decepción: de los primeros 17 se fueron 12; quedamos
7. De Carazo sólo se quedaron 2 y de los de Somoto se fueron, pero no se fueron
de viaje, sino que fueron a traer a su esposa; ese fue el caso de Víctor Ríos y
de don Marquito Alvir que también fue a traer a su esposa. Eso era necesario
porque nosotros aquí teníamos que lavar nuestra ropa, buscar cómo hacer nuestra
comida. La gente de Carazo dijo “bueno, aquí, esto es confites en el Infierno,
nos vamos” y no volvieron. Nosotros desconocíamos que Miguel Torres había hecho
contacto con el doctor Mejía Ubilla, que era Presidente del Instituto Agrario
Nicaragüense y, como esto había nacido con la Alianza para el Progreso, era un
proyecto que desconocíamos. Cuando venimos aquí, venimos realmente a sufrir. Pero
quiero decirte que nosotros aquí, en Nueva Guinea, si vos la ves,
históricamente Nueva Guinea es un kilómetro cuadrado y vas a ver que sus calles
son rectas. Es ahora que los alcaldes la curvearon porque allí esta esa calle
de aquí a los cien metros hay una curva, pero esa la hicieron los trabajadores,
los ingenieros de la Alcaldía, pero aquí esto es recto.
R: Se
delimitó.
DRO: Se
delimitó por cuatro ingenieros. Aquí hay 20 cuadras completitas.
R: Que
son el casco histórico.
DRO: Que
es el casco histórico de Nueva Guinea.
R: La
zona 1, la 2, la 3 y la 4.
DRO:
Correcto, eso es todo. Lo demás nació con los problemas. Esos problemas grandes
que había… En el mes de abril, a finales de abril trajeron más gente, de León,
de Carazo, y vinieron cantidades de gente, pero debido a la lluvia y a la
problemática, no hallaba las condiciones y mucha de esa gente se regresó, pero
se quedó una parte y así pasó todo ese año. Se pasó trayendo gente el Instituto
Agrario. ¿Cuál es la problemática?, estamos hablando del abastecimiento. El
Instituto Agrario mandó camiones cargados con mercadería a dejarlos ahí donde
doña Engracia López Lazo, una señora que acaba de fallecer.
R: ¿En
qué lugar vivía ella?
DRO: En
El Espavel buscando El Rama. Ahí había un lugarcito un kilómetro antes de
llegar al pobladito de El Espavel; ahí nos apeábamos, es decir, veníamos a
salir a El Coral. En ese entonces lo que se hizo fue que se compraron unas
mulas y se buscó a unos muleros, entre esos a Ramiro Luna y al que le decían El
Chon Güateras, ya falleció también. Esos fueron los que se encargaron de traer
las provisiones para acá y de esa forma quedó más gente. El
problema es que había gente que había traído niños y eso sí era grave, porque
un niño aquí, sin leche, sin avena, sin nada, pues. ¡Imagínate! Entonces
después, uno de los problemas más grandes que sufrimos después en Nueva Guinea
fueron las enfermedades diarreicas porque no teníamos la cultura de los
excusados.
R: Las
condiciones higiénicas y sanitarias.
DRO: Sí,
y por otro lado las lluvias. Pues, como te digo, la fundación de Nueva Guinea
fue de
alegría y de sufrimiento, por otro lado. Pero aquí hubo una cosa buenísima:
donde está fundada Nueva Guinea, y donde están la mayoría de sus colonias, eran
tierras nacionales; no venimos a perjudicar a nadie, por eso no tuvimos
problemas.
R: A
nadie se le quitó tierras.
DRO: A
nadie se le quitó tierras. Por ahí nosotros no tuvimos problemas. El problema
de nosotros fue con la adversidad de la zona, la lluvia, los mosquitos, las
culebras; el primero que falleció aquí fue mordido por una serpiente, una
terciopelo, fue el primero. La primera mujer que murió aquí era mi esposa;murió de que no pudo dar a luz, porque no había condiciones y no teníamos
partera bien entrenada, mucho menos teníamos médicos. Esos eran los problemas
que nosotros teníamos.
R:
Estamos hablando del inicio, ya con el PRICA.
DRO: Ya
con el PRICA. Cuando te digo de esas comidas que traían ahí, ahí lo que venía
eran productos que daba la Alianza para el Progreso.
R:
¿Cuáles son los tres principales problemas que considera que sufrieron los
primeros pobladores de Nueva Guinea?
DRO: Uno,
la salud, porque no teníamos médicos, no teníamos medicinas; aquí se morían los
niños, se enfermaban y se morían por falta de medicina. El otro problema, y lo
sentíamos como lo sienten los campesinos, era la falta de caminos; nosotros
deseábamos tener una carretera para viajar, porque antes se llevaba uno para
salir tres días, los que caminaban más suave se llevaban más tiempo. Después,
la falta de crédito para desarrollarnos; ese se nos concedió porque se creó un
banco que se llamaba Crédito Supervisado que era parte del Banco Nacional.
Crédito supervisado con el IAN con fondos del BID; te daban dos vacas paridas,
no es que te daban lo que vos pedías, dos vacas, un caballo y cuatro rollos de
alambre. Esas eran nuestras necesidades más sentidas.
R: En
esa época.
DRO: En
esa época. Porque nosotros de alguna manera resolvíamos, digamos con el agua,
para nosotros aquí los ríos, pues.
R:
¿Hacían pozos?
DRO:
Hacíamos pozos, pero en el campo no sientes que el agua que estás tomando tal
vez está contaminada. Con tal de encontrar el agua. Entonces, eso no era tan de
primera necesidad como era el otro problema: pertenecíamos a El Rama, entonces
para asentar que se había muerto un niño, no teníamos dónde. Teníamos que ir a
Rama y nadie iba porque no teníamos plata, hay que ser honesto. La otra
necesidad que nosotros planteamos fue ¿quién nos iba a comprar los productos? A
eso tuvimos respuesta en el año de 1968 porque en cuatro lugares pusieron
silos, el que antes se llamaba INCEI; entonces ahí nos compraban los productos
y ya hubo una respuesta. Pero la carretera la seguimos gestionando y te digo
que gracias a los desastres nacionales que se dieron en Nicaragua tuvimos
carretera.
R:
¿Cómo El Cerro Negro?
DRO: Esa
fue la primera, en 1970, El Cerro Negro. Nosotros teníamos la pista. Entonces
vino el diputado Pancho Papi, vino el Obispo de León y una Delegación. Nosotros
les hicimos una presentación de todos los productos que aquí se cultivaban; se
fueron encantados de ver todo lo que aquí se daba. Había un periódico de Somoza
que se llamaba Novedades y en primera página salió ahí: “Nueva Guinea, la
tierra de la que fluye leche y miel”. Entonces todo mundo se fijó en Nueva
Guinea. Pero estamos hablando de 1970; pasamos 5 años aquí sin camino.
R: Sin
comercializar y con un montón de necesidades.
DRO:
Primero fueron las necesidades, después se dio el terremoto y entonces ahí
hicieron la carretera; así es como nos vino la carretera a Nueva Guinea.
R: De La
Curva a Nueva Guinea. ¿En 1972 la inauguraron?
DRO: Sí.
R:
Entonces, ya con el IAN, ya con las colonias, ya con la carretera, ya la
situación cambia totalmente.
DRO: Es
correcto.
R: Ya
tienen condiciones mejores, están felices, comercializan, hay un progreso, ¿o no?
DRO: Hay
un progreso. Como ese ya fue un proyecto con el Banco Mundial, ¿verdad?,
dijeron “bueno, vamos a hacer un hospital”: dos manzanas ahí y se hizo el
hospital. Nosotros le decimos hospital; es un centro de salud con camas, pero
como nos dijeron que era hospital le seguimos diciendo hospital.
R: Ya
con todas esas condiciones, después triunfa la Revolución Sandinista en la
zona, cuéntenos cómo fue esa etapa aquí, a grandes rasgos.
DRO: Bueno,
esa etapa en esta zona no se sintió mucho. Digamos al final, porque aquí, una
columna que venía por la montaña fue aniquilada.
R:
Jacinto Hernández, era.
DRO:
Jacinto Hernández. Fue aniquilada, entonces aquí realmente no se conoció mucho
de eso, pero con la euforia nosotros ya teníamos organizada aquí la célula y
habíamos mandado 300 muchachos a la columna de aquí de la carretera, de El
Rama, la que traía Pancho. Lo primero que pensábamos era querer ser Municipio,
queríamos independizarnos.
R: ¿Eso
es ya después que triunfa la Revolución?
DRO:
Desde antes queríamos porque no teníamos dónde hacer las gestiones, como te
digo, dónde ir a asentar.
R:
Triunfa la Revolución ¿y qué pasa entre los años de 1980 y 1984?
DRO: Bueno,
en 1979 nosotros hicimos un Comité de Defensa Sandinista (CDS). Ese comité fue
el que se encargó de hacer las gestiones para que fuéramos una Junta de
Gobierno. Llegamos a ser Junta de Gobierno en noviembre, pero sin ser
Municipio; la Revolución aceptó que realmente Nueva Guinea tenía las
condiciones para ser Municipio. Ahí es donde me nombran Coordinador de la Junta
de Gobierno.
R:
Primer Alcalde de Nueva Guinea.
DRO: Es
correcto, primer Alcalde de Nueva Guinea. Esa fue una elección a mano abierta. Nosotros
aquí ya teníamos una cooperativa, pero era una cooperativa agraria, todavía
existe, está ahí en frente de la UNAG, La Unión Campesina, todavía existe. Aquí
vinieron unos israelitas a formar cooperativas, porque en los países de ellos
hay cooperativas. Nosotros ya teníamos conocimiento de eso, pero no se había
hecho tan masivo. Con la Revolución sí, porque ya viene entonces eso de que hay
que unir las tierras. Pero donde lo hicieron fue en Jerusalén, ahí con Tuno y
otra gente que unieron sus tierras; otros no lo hicimos, nos quedamos en la
cooperativa pero sólo como socios sin unir nuestra tierra. Se dieron un montón
de proyectos, porque eso sí trajo la Revolución. Nosotros mismos, cuando
pasamos a funcionar como Junta de Gobierno, en 1981 nos están declarando el
primer municipio que creó la Revolución. Entonces ya nosotros trajimos todas
las instituciones, porque ese era el problema, que no habían instituciones;
donde no hay municipio no hay instituciones. Ahora en Nueva Guinea están todas
las instituciones y nosotros en la Alcaldía comenzamos a hacer gestiones. Una
de las primeras gestiones que hicimos fue la del agua potable. Metimos cartas
en la Secretaría de Asuntos Municipales (así se llamaba antes) y al Banco
Mundial. Nos aprobaron el proyecto y vinieron a hacer el levantamiento
topográfico para el agua. Aquí éramos 3,500 habitantes en el casco urbano,
entonces a la hora en que se inició el proyecto tuvimos problemas porque con la
guerra Nueva Guinea creció.
R:
¿Estamos hablando a partir de qué año de la guerra?
DRO: En
1984 comenzó la gente a salir.
R:
Comenzaron a evacuar a la gente a la montaña.
DRO: No,
la evacuación fue en 1988.
R: En
1986, 1987, 1988.
DRO: Pero
esa gente comenzó a regresar. La gente que se quedó aquí fue la gente que salió
espontáneamente, que tienen su finca y ellos sacaron a su familia. Una familia
que llega a un pueblo, ya es difícil que la hagas regresar. Ese fue uno de los
problemas que hubo aquí con los finqueros y los parceleros. Se salieron y ya la
mujer dijo “yo no me vuelvo a ir, me matan o me matan a mi hijo si se lo
llevan, o me violan a mi muchacha”. Ese es un problema que se dio.
R:
Sufrió la gente del campo.
DRO:
Correcto, la gente sufrió en el campo, eso está claro.
R: Esa
es una etapa entonces de contradicción, de conflicto, de guerra, de migración,
cuando la gente se va para Costa Rica.
DRO: Y se
fueron a la guerra unos, otros se fueron al Ejército, otros se fueron para
otros municipios, otros para otro país.
R:
Después tenemos los años de 1990, cuando pierde el Frente, ¿qué es lo más
significativo para usted en esta etapa de los años de 1990?
DRO: La
paz, la reconciliación, porque fíjate que Nueva Guinea, a pesar de que vivió
unos ocho años, porque hay que ser honestos, nosotros en 1981, 1982 estábamos
tranquilos; ya de 1983 para allá comenzó la guerra, hasta 1988… Y viene el huracán Juana que fue en 1988. Pero en ese tiempo también se dan los acuerdos
de Sapoa y de Esquipulas, entonces aquí se hicieron comisiones de paz. Esas comisiones de paz jugaron un gran papel. Dábamos un documento de Presidencia de
la República donde se le decía al alzado que si se retractaba nadie lo iba a
tocar. No se hablaba con el alzado, se hablaba con los familiares, con los
delegados de la palabra, con los pastores evangélicos. En esa forma fue que aminoró la guerra. Lo importante
fue cuando todo el mundo entregó las armas y aquí hubo paz. Borrón y cuenta
nueva. Para serte honesto, yo pensé, yo que fui Alcalde, los primeros 10 años y
medio que tuvo Daniel Ortega yo también los tuve, pensé que aquí iba a haber
cacería de brujas o pasadas de cuentas, y mira, gracias a dios, aquí no hubo
nada. Porque realmente se cometieron errores de los dos lados, con la lengua,
con la lengua de uno le pasaban la cuenta a uno, con la lengua del otro le
pasaban la cuenta al otro, y entonces para mí esa desamistad estaba en la
gente, pero aquí gracias a Dios la gente venía aburrida de la guerra, y la
gente está aburrida de la guerra, la gente no quiere guerra.
R:
Entonces esa es la etapa del decenio de 1990 y de los primeros diez años del
2000; de los gobiernos neoliberales, ahora, en este nuevo contexto en el
que nos encontramos, ¿cómo ves la situación de Nueva Guinea? Vemos que los
campesinos están inconformes, la gente anda marchando en las calles. ¿Cómo ve
la situación, usted que es de los colonos iniciales de Nueva Guinea?
DRO: Mira,
yo te digo, en este momento yo creo que los campesinos tienen razón, en cuanto
a ellos levantarse porque el gobierno no ha tenido la suficiente claridad de
venir y decirle al campesino qué es lo que va a hacer y qué es lo que les va a
tocar. Vinieron midiendo diez kilómetros a cada lado del río. ¿Qué hicieron?,
poner a la gente alborotada: “¿cómo es esto?”, estás hablando de un carril de
veinte kilómetros, dijeron, y después entregaron Nicaragua, como lo han dicho.
R: ¿Esa
gente es parte de la misma gente que sufrió la guerra o no?
DRO: En
parte sí, claro que sí. Ahí están viviendo unos que fueron comandantes de la
Resistencia, ahí están. Pero, ¿qué es lo que sucede?, la falta de comunicación,
la falta de acercamiento es lo que ha hecho ese problema. El otro problema es
que el gobierno local, aunque yo digo que es el gobierno nacional porque si
tiene empleados aquí tendría que mandarlos a esclarecer en qué consiste el proyecto. Más bien se les fueron arriba: ahí
andan los de otros partidos, ahí en La Unión andaban dos diputados del PLI,
andaban de Juigalpa y los de aquí. Y andaba un concejal que es del PLC. Esa
gente anda hablando lo que ellos piensan, lo que ellos imaginan, porque ellos
no se han sentado a platicar con el gobierno para decir “el proyecto consiste
en esto”. Hay desinformación por los dos lados.
R: Y la
desconfianza es peligrosa.
DRO: Sí, sí,
por lo que les han dicho, pero ahora que se maneja, que vino Telémaco y les dijo aquí en URACCAN que lo más
que se puede afectar son dos kilómetros de ancho, entonces la gente está más
apaciguada.
R: Pero
la gente no deja entrar a nadie allí.
DRO: Ah,
sí, porque le siguen manejando la problemática de los que andan con la bandera
del medio ambiente, que van a secar el lago, es lo primero que te andan
diciendo aquí los políticos y les andan diciendo que les van a expropiar sus
tierras.
R: Esta
es otra etapa del desarrollo donde ya hay una semilla de conflicto, digamos. A
pesar de ese conflicto que sufre la gente del campo, de aquí a 15 o 20 años,
¿cómo ve la zona de Nueva Guinea?
DRO: La
miro con mucho futuro. Precisamente hoy hablaba en un entierro con una
compañera, y en la esquina, por el parque, allá antes era de Adolfo Hernández,
tenía un taller de mecánica, tenía sucias las paredes y todo ahí. Y hoy que voy
ahí están construyendo una casa de dos pisos, y antes habían construido otra
casa de dos pisos, de la hermana del doctor Rodríguez. Estamos viendo el
progreso que se está desarrollando en Nueva Guinea. Ahorita Nueva Guinea
recibió el premio del mejor café Robusta, en Europa. Y debido a eso ahora se va
a llegar a 10 mil manzanas de café. Otros están con el asunto del cacao. Eso
quiere decir que están viviendo grandes proyectos para Nueva Guinea, como la
piña, pues.
R:
Entonces ve un futuro promisorio, siempre y cuando se resuelvan los problemas.
DRO: Que
se resuelvan, que le paguen a la gente, pero el progreso no lo puede parar nadie.
R: OK,
muchas gracias.