martes, 21 de mayo de 2024

EN LA LAGUNA DE ESCOFRAN

 



Es un paseo y ocho van en la panga.

La mañana radiante invita al disfrute en los alrededores de la bahía:

el viento se ha marchado y las olas han desaparecido.

Arriman en la orilla del río, pasando Escofran Walk Lagoon,

frente a un bosque nutrido de cocoteros, un cocal productivo.

 

Los jóvenes abandonan sus ropas y se lanzan al río,

chapotean con alegría y revuelven las aguas.

Son cuatro las bellas que caminan por los alrededores,

van en shorts y buscan manzanas de coco para su deleite.

Ellas son flores silvestres exóticas en el bosque de cocoteros.

 

El cielo en el horizonte se torna gris plateado.

Ellos se cansan, suben a tierra y a los cocoteros.

Con destreza de caribeños los pelan con machetes para ellas.

Qué delicia, en un día caluroso, saborear el agua de coco.

Ellos se muestran orgullosos y ellas admiran sus cuerpos.

 

Llega la lluvia primeriza de Mayo.

Las bellas blufileñas están preocupadas por el cabello y sus cejas.

La corriente arremete contra la panga, la suben y la atan a un cocotero.

Se emparejan en los cuatro puntos cardinales del cocal.

Intensa lluvia baña sus cuerpos y una cortina plomiza los resguarda.

 

La lluvia ha cesado y el tapiz que los protegía desaparece:

las flores exóticas se muestran exuberantes.

El regreso es distinto a su partida: ríen y cantan en la panga.

Una leve brisa y un oleaje con olor a mangle acarician sus espaldas.

Es el mes de Mayo y la dicha se muestra en sus rostros.

 


20 de mayo de 2024.

Foto: Internet.


miércoles, 15 de mayo de 2024

EN EL DÍA DEL PROFESIONAL AGROPECUARIO

 



Bajo el manto gris de un cielo que promete,

el campesino se arrodilla ante la tierra,

sus manos callosas como raíces que se hunden

en el suelo fértil de su esperanza.

Cada surco que abre, cada semilla que siembra,

es un susurro al futuro, un canto silencioso de fe en el mañana.

Las primeras gotas de mayo, cargadas de vida,

caen sobre su rostro curtido, lavando el polvo del pasado

y anunciando la promesa de una cosecha abundante.

Su labor, tejida con hilos de sudor y perseverancia,

es el latido de un corazón que nunca se rinde.

En cada amanecer, cuando el sol apenas se asoma

tímido sobre el horizonte, él se levanta con una sonrisa

que desafía la adversidad. Su mirada, fija en el horizonte,

ve más allá del presente, ve campos verdes y frutos maduros,

ve la recompensa de su esfuerzo.

 

A su lado, el profesional agropecuario, guía y aliado,

camina los mismos senderos.

Conocimiento en mano, comparte su sabiduría,

brindando orientaciones que iluminan

el camino del campesino.

Juntos, forman un dúo invencible,

uniendo la ciencia y la tradición

en un abrazo que fortalece la tierra.

 

El 15 de mayo, Nicaragua celebra a estos héroes del campo.

A los profesionales agropecuarios que, con su dedicación,

elevan la labor del campesino, mejorando cada día su producción.

Su trabajo es un puente que conecta

el saber con la tierra, un faro de esperanza

que brilla en cada hectárea cultivada.

 

En cada grano de maíz,

en cada hoja verde,

late el esfuerzo conjunto de dos manos diferentes,

pero con un mismo propósito.

Son guardianes del futuro,

cultivadores de sueños,

y en cada semilla que brota,

florece la promesa de una tierra más fértil

y un mañana más próspero.

 

15 de mayo de 2024.

Foto: Propia.