En un rancho a la orilla de la playa,
pasando por Sally Peache,
piso de arena tibia, techo de palma de
coco,
muebles de madera que crujen con el peso,
música caribeña en inglés,
las parejas bailan libres bajo la luz opaca
de bombillos azules y rojos
colgados del entramado del techo.
Aromas espesos: café fuerte,
colombiano, llegado por San Andrés,
cerveza amarga, ron dulce que quema,
cigarrillos de contrabando, humo denso
que nubla el aire y enciende los sentidos
al ritmo del soca y el reggae.
En la orilla del camino de grava
hay sombras expectantes,
ojos brillando en la penumbra del
anochecer.
Entran y salen a la pista
cuando el ritmo alegre
toca sus entrañas.
En las esquinas del rancho
los cuerpos se buscan,
piel contra piel, sudor alegre,
movimientos eróticos y sensuales
que se entrelazan como olas nocturnas.
Afuera, a escasos metros,
revienta un oleaje silencioso.
Lo sientes crecer al caminar por la arena,
mientras esquivas cocoteros vencidos
que se acuestan sobre el mar
como gigantes cansados.
La música del rancho se va apagando.
El leve oleaje, espuma breve,
marca el compás de mis pasos
bajo un cielo encendido de estrellas
que laten como corazones abiertos.
Al regresar, allí te encuentro,
cornaileña de mi encanto,
alegre y sonriente, bailando descalza,
tu falda levantada por la brisa,
la música estremeciendo tu cintura.
En ningún lugar vas a ver el cielo
como aquí, desde la arena,
acompañados del oleaje breve,
de los cocoteros cómplices
y las estrellas que tiemblan de vida.
Lo dices con orgullo de cornaileña,
y tomados de la mano caminamos hacia Long
Bay,
hasta perdernos en las ansias de nuestros
cuerpos.
Allí, sobre la arena tibia,
nos unimos con la noche.
Las olas suaves revientan en la orilla
y rozan nuestra piel extasiada,
mientras el cielo nos cubre
con su manto palpitante de estrellas.
Todo quedó en mi memoria con tu partida.
La magia se deshizo en mi pecho,
y aunque la isla sigue latiendo con
tambores y estrellas
para encantar a los enamorados,
yo camino con la nostalgia de saber
que su verdadero encanto se fue con vos.
4 de Septiembre de 2025.
Foto: Internet.