En las redes sociales los caribeños alzan sus voces, reclaman y cuestionan el proceso autonómico que viven sus pueblos. En los últimos días, el decreto 15-2011 emitido por el ejecutivo, levanta los ánimos manifestándose sobre el mismo y la propuesta de formación de otras Regiones Autónomas.
Para muchos el problema es histórico. Una vez más se cercena el territorio para que los grupos de poder, político y económico, continúen saqueando los recursos naturales de tan rica región, excluyendo de su disfrute a los pueblos originarios y afrodescendientes que reclaman la demarcación del territorio. Desde esta perspectiva el Estado manifiesta un racismo solapado que pretende robarle sus derechos ancestrales.
Para otros el problema se relaciona con el anterior pero desde otra perspectiva. El decreto emitido por el Ejecutivo pone en igualdad de condiciones el valor del voto caribeño con el resto de los nicaragüenses. Según este enfoque, al aprobarse la Ley Electoral se le asignó a Chontales tres diputados y a la RAAS dos considerando a esos municipios que eran todavía jurisdicción de Chontales pero en el año 2001 Arnoldo Alemán les restó valor al trasladar a la RAAS los municipios de El Rama, Muelle de los Bueyes y Nueva Guinea. Dicha región quedó con mayor población, no se modificó la Ley Electoral y mantuvo igual número de representantes en el legislativo. Nuevamente se plantea la discriminación por parte del Estado.
Otras voces plantean que los municipios de El Rama, Muelle de los Bueyes y Nueva Guinea nunca fueron atendidos bajo la Ley de Autonomía. No participan en las elecciones regionales ni reciben, desde hace varios años, recursos por parte del Consejo Regional de la RAAS para el desarrollo de su territorio y bienestar de la población. Plantean que esto es una forma de discriminación y marginación y apoyan la formación de una Tercera Región Autónoma. Señalan que no están contra la autonomía, que no están robando territorio y que pretenden fortalecer el proceso autonómico desde otra perspectiva. Si existen dos regiones autónomas, ¿por qué no pueden existir más? Es uno de sus principales argumentos.
En ese mismo orden, los caribeños del Norte están atentos al curso que tomará la propuesta de constituir la Región Autónoma del Triangulo Minero con los municipios de Siuna, Rosita, Bonanza y Waslala. Dicha propuesta fue elaborada y remitida al parlamento desde el año 2002 pero últimamente ha revivido motivada por el decreto emitido por el ejecutivo.
Se cuestiona el papel de sus representantes en la Asamblea Nacional, de los altos funcionarios de gobierno originarios de las Regiones Autónomas y de los Consejos Regionales. Ahora, más que antes, son tildados de “vendidos”, “corruptos” “oportunistas electoreros” e incluso “anti-autonomistas”.
En Bluefields, la sociedad civil encabezada por las universidades BICU y URACCAN, demandan a los poderes del Estado no realizar acciones que cercenen el territorio de las Regiones Autónomas y proponen la creación de circunscripciones nacionales de pueblos afrodescendientes y pueblos indígenas para la elección de diputados lo que implica modificar la Ley Electoral.
La división política-administrativa del país se ha moldeado a través del tiempo por arreglos y componendas políticas en momentos claves de nuestra historia. Clave es el proceso electoral que ya comenzó y los caribeños que participan en las redes sociales están atentos a los giros de timón que marcarán el rumbo del gigante despierto y de su proceso autonómico.
Ronald Hill A.
La Colina
Nueva Guinea, RAAS
Miércoles, 27 de abril de 2011